Gracias... Al equipo del CHUO

Nuestra madre, Ana María Rivera, tuvo que ser ingresada el pasado 25 de enero en la habitación 406 de la “Materno” del CHUO debido a problemas de salud propios de la edad. En estos 28 días se fue produciendo un deterioro físico ya que no había posibilidad de mejora y es en este punto en el que quiero destacar que nos sentimos totalmente amparados, queridos y apoyados por el equipo de enfermeras, enfermeros y auxiliares que atendieron a nuestra madre. En todo momento la trataron como si fuera suya, le hablaban como si fuera suya, en todo momento nos sentimos arropados por ellos.

Cuando el día 18 de febrero llegó el momento de la sedación pensábamos que el final era inminente, pero la generación de mi madre es fuerte y se aferra a la vida lo que hizo que se alargase un poco más, en concreto hasta la madrugada del día 22 a las 2. Recalco este momento porque el equipo de enfermería y auxiliares que estaba de guardia nos volvió a dar una lección de que puedes ser profesional y al mismo tiempo ser una bellísima persona que sabe cuándo, como, cuánto y a quién debe dar su cariño sin que venga pautado, saliendo exclusivamente de su corazón. Y así ha sido!!

Un millón de gracias por querernos como si fuera vuestra madre y nosotros vuestros hermanos.

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