Baloncesto

Ellos sabrán, para ellos queda

Spight atacando la defensa del Huesca (DAVID MARTÍNEZ)
photo_camera Spight atacando la defensa del Huesca (DAVID MARTÍNEZ)

Veremos como explicamos que un equipo parejo en presupuesto, sin más internacionales, que tampoco llegara a colocar algún jugador de más en la cancha sin que los árbitros se percataran, pudiera finalizar 39 puntos arriba no siendo con el símil de la ideada escalera, de doble hélice -Enric Gonzalez la referenciaba en un artículo- ideada por Leonardo da Vinci: quienes suben y quienes bajan pueden verse, pero no cruzarse- que le sucedió al conjunto ourensano. 

Y no es que el Huesca sorprendiera con algo distinto a la convicción, la sencillez y eficacia de su juego de pequeños: correr, llegar y tirar. Con eso le fue suficiente para evitar que el COB se le cruzara, entorpeciera su camino. Impotentes, los ourensanos, como si después de mucho tantearlo, de tanto mencionarlo, allí se encontrara el límite.

No fue oposición, ni mucho menos, la propuesta más "vintage" de García de Vitoria, con dos interiores: Yates, al que la faltan centímetros, y Joseph, al que le falta voluntad. Y no es que estuvieran mejor el resto, Spight pertenece a la aristocracia baloncestística, pero ahora se le ve perdido buscando su lugar, a Uriz parece pesarle el roce de los años; Joan Tomás, Henríquez... por momentos se podría pensar que el conjunto ourensano se desenvolvió con una tibieza y una falta de intensidad impropia en este tipo de partidos. 

Hasta se podría pensar que era muy poco o nada lo que tenía preparado. En la medida que se han ido sucediendo las derrotas, se nos ha ido desvaneciendo a quien responsabilizar por los errores cometidos. Sobre todo porque las medidas por adoptar no dependían solo de los gestores, que dieron un paso adelante cuando la situación lo exigía, o del técnico, los jugadores también son corresponsables. Ellos sabrán y para ellos queda. 

"I eu, morrendo nesta longa noite de pedra"(Celso Emilio Ferreiro).

Te puede interesar