Arriba el telón de la liga. Han sido algo más de 500 días, demasiados para un club, una afición y una ciudad con galones para pedir no volver a bajar peldaños. Regresa el COB a la LEB Oro y lo hace como anfitrión y con el Gipuzkoa como test inmejorable de fiabilidad. Un rival de clase alta para un equipo ourensano obligado a pensar solo en la permanencia tras el calvario del que viene, pero también con ilusión por querer hacer algo más.
Tras un verano inestable de inicio y con dudas para cerrar el equipo al final, los de Guillermo Arenas han tenido que convivir con los problemas hasta el último día. No han estado todos en la pretemporada y tampoco lo estarán en el primer partido.
Enfrente, un Gipuzkoa con mucho más recorrido andado, pero todavía más problemas en la enfermería. Juegan de memoria muchos de los jugadores de Lolo Encinas y los nuevos tienen calidad, experiencia en la liga o las dos virtudes a la vez. Además, recupera a Adam Sollazzo, aunque el nivel que pueda dar tras muchos días ausente es una incógnita. Incluso a medio gas sigue sonando peligroso un alero que ya destacó en su primera etapa en el club y lo confirmó después con el Breogán.
El que no estará es Rauno Nurger. Su baja es notable incluso para una plantilla sobrada de casi de todo en el perímetro y en el juego interior.
Defensa y Jaworski
Sí estará el mejor jugador del Gipuzkoa en la pretemporada y uno de los llamados a reclamar titulares cada jornada. De lo que haga Justin Jaworski dependerá mucho de lo que consiga el equipo donostirra. Y al revés. Defensa y porcentaje son claves para el COB. Limitar la aportación de un jugador con enorme facilidad para hacer puntos seguro que está marcado en rojo en las claves cobistas.
Además, contener a los pívots cerca del aro y controlar el rebote han sido problemas recurrentes para los ourensano toda la pretemporada. En ataque, cuando funciona el tiro exterior se dispara un equipo que jugando a la carrera se siente cómodo.
Un partido que sabe a gloria para un Pazo que seguro responderá y arrimará el hombro a la vez que, para muchos, servirá como primera impresión. Equipo nuevo, rival atractivo y liga para presumir. Ourense vuelve a casa, a su liga, y el COB busca la primera de las victorias que hacen falta para asegurar cuanto antes la continuidad en ella. Un estreno para disfrutar aprentando los dientes. Bienvenida LEB Oro.
