BALONCESTO / LIGA LEB

Triunfo imponente en Burgos

 El Plantío, partido del San Pablo con el Ourense
photo_camera Rowley, tratando de taponar a un rival. (JESÚS J.MATÍAS)

El COB firmó uno de sus mejores partidos de la temporada y dominó desde el inicio a un rival incapaz de contener a Zamora, Rowley y Kapelan 

El COB firmó en Burgos uno de los partidos más brillantes de la temporada. De nuevo a domicilio, donde presenta números de candidato al ascenso, y sumando una victoria que suena a decisiva en la pelea por la permanencia.

Maresch anotó el 3 a 0 inicial y de ahí en adelante mandó el COB. Siempre. Sin opción a réplica por un rival que por momentos se vio desbordado y en otros impotente cada vez que quiso completar la remontada. No negociaron nunca los de Gonzalo García de Vitoria, que siempre tuvieron referencias fiables en las que apoyarse y que completaron un recital infalible cuando tocaba decidir el ganador, en el último cuarto.

Zamora y Rowley estuvieron siempre un paso por encima en el perímetro y en la zona respectivamente. Cuando congeniaron con alguien más la ventaja se disparó y en el último cuarto, con Rivero, Rejón y Kapelan completaron el quintero, fue una delicia.

En los últimos diez minutos el COB anotó 31 puntos y de ellos 18 los clavó Kapelan en un recital ofensivo imparable. Cuando no pudo o quiso tirar le tocó a Zamora asumir el reto y el venezolano acabó con un 11 de 11 en tiros libres que hizo justicia al mejor jugador del partido.

Aunque por números y por gustos Rowley se lo podría discutir. El pívot se hizo grande en las dos zonas. Anotó todo lo que le cayó en las manos, dominó el rebote en la zona propia y puso la guinda a un partido impecable con un tapón que dictó sentencia.

Rivero y Rejón, ver para creer, estuvieron de acompañantes. 

Pero lo mejor del COB fue la sensación de suficiencia que hizo recordar al equipo que ya silenció al Plantío la temporada pasada. Mandó en el marcador pero también en el juego. Llevó el ritmo del partido y generó siempre buenas posiciones de tiro que estiraron o encogieron la renta solo en función de los porcentajes.

Porque el Burgos pagó su mal inicio pero luego exigió. Vega, Huertas y Fornás anotaron sin descanso para apurar las opciones de su equipo y el COB siempre supo encontrar el tiro oportuno.

Kapelan desquició a Casadevall en la ida y a su relevo en el banquillo en la vuelta. El escolta volvió a demostrar que cuando entra en ebullición no necesita sistemas. Empezó el último cuarto con dos puntos anotados, el Burgos se puso a 1 (50-51) y el canadiense empezó a anotar como si le fuese el sueldo en ello. De tres y de dos, tras pase y tras bote, por derechas y por izquierdas, ante Huertas y ante Maresch. 18 puntos como sordina a un pabellón que acabó dándolo por imposible. Sin canastas fáciles, todas de mérito. Como la victoria de su equipo en una pista tan exigente.

Un triunfo tajante con la progresión colectiva y capaz de generar de nuevo dudas con la meta alcanzable. El viernes llega el Navarra al Pazo y otra victoria acabaría con ellas, la permanencia estaría conseguida y el play off a tiro.

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