El abandono de las zonas verdes

Como vecino comprometido con el bienestar de nuestra ciudad, quiero expresar mi profunda preocupación por el estado de abandono en que se encuentran muchas de nuestras zonas verdes. Lo que debería ser un espacio de encuentro, descanso y disfrute para la ciudadanía se ha convertido en un reflejo de la dejadez del Ayuntamiento.

En numerosos parques y jardines el césped crece sin control, los setos no se podan desde hace meses y la basura se acumula sin que nadie actúe con celeridad. Las papeleras rebosan, los bancos están rotos y algunas áreas infantiles presentan un aspecto tan deteriorado que más que invitar al juego, generan inseguridad. No se trata de una percepción aislada: basta con dar un paseo por barrios como O Couto, A Ponte o Mariñamansa para comprobarlo de primera mano.

Lo más indignante es que este abandono no parece fruto de un recorte presupuestario inevitable, sino de una falta de planificación y compromiso. En un momento en que tanto se habla de sostenibilidad, de salud mental y de espacios públicos de calidad, resulta incomprensible que el gobierno municipal no priorice el mantenimiento de estas áreas.

Las zonas verdes no son un lujo: son una necesidad. Mejoran la calidad del aire, regulan la temperatura urbana y ofrecen un entorno sano para niños, mayores y familias. Exigimos al Ayuntamiento que cumpla con su obligación de mantenerlas en condiciones dignas, con una gestión responsable, transparente y constante.

El deterioro actual no es solo físico, sino simbólico: transmite la idea de una ciudad que no se cuida a sí misma. Y eso, en plena ola de calor y en tiempos de conciencia ecológica, es más que un error: es una irresponsabilidad.

Fernando R. Rey (Ourense)