Cartas al director

Ourensanos: 
Tenéis un tesoro

Estimados ourensanos:

Por caprichos de la vida he pasado un año y medio viviendo y trabajando con vosotros. Ahora puedo volver a casa con mi familia y aunque soy muy feliz por ello, me queda algo muy dentro de mí que me apetece intentar escribir en unas líneas, aunque sea muy difícil decirlo todo tal y como lo siento, pues son cosas muy bonitas las que he experimentado aquí y me cuesta encontrar las palabras adecuadas. Ourensanos, tenéis un tesoro. Tenéis una tierra preciosa, unos paisajes maravillosos, una comida insuperable, un vino que te hace sentir vivo cada vez que lo bebes, y vosotros mismos, que sois la parte más importante de ese tesoro. Sólo he encontrado gente buena, cariñosa, sonriente, vitalista y acogedora que me ha ayudado y me ha hecho sentirme como si hubiera nacido aquí.

Daría igual que hablara del trabajo (mis ¿compañeros? no, más bien mis amigos y protectores desde el primer día) , de donde vivo (Ribadavia, Beade y en general todo el Ribeiro, pueblos y gentes maravillosa), de donde hacía deporte (Imprentanos sois muy grandes)... en todas partes ha sido igual: acogerte y darte cariño porque sí, sin pedir nada a cambio.

Por eso insisto que el tesoro sois vosotros mismos, más allá de la tierra tan inigualable que tenéis, vuestro corazón y vuestra forma de ser me ha enganchado para siempre. Por eso estoy tan seguro de que volveré muchas veces, hablaré a todo el mundo de lo que se pierden si no vienen a conocer este lugar alguna vez en su vida, y me consideraré siempre un ourensano más, aunque sea adoptivo y en la distancia.

Gracias por ser así y entender la vida de esta forma.

Acabo con nombres mi carta, pero siempre hay muchos más de los que me pueda acordar: Alberto y familia, Chus y familia, Santa y familia, Miguel , Alejandro , y todas las gentes del Ribeiro, Loly, los chicos y chicas "Op" y todos mis compañeros de trabajo y por supuesto a la familia Imprentana que tiene algo muy especial que no se entrena.

Hasta siempre.