Cartas al director

¿Qué hemos hecho para merecer esto?

Como en la película del mismo título, ante el devenir de los acontecimientos políticos y sociales, esta es una pregunta que me hago varias veces todos los días y no acierto a encontrar las respuestas.

Si escuchamos o leemos noticias en diferentes medios para contrastar informaciones y opiniones, es prácticamente imposible aclararse porque son tantas las contradicciones y las sobreactuaciones que  resulta muy difícil, si no imposible, saber a qué carta quedarse. La verdad y la mentira están tan a la orden del día que tienden a confundirse y a confundirnos.

Subirse al estrado en el hemiciclo para largar sentencias inodoras, incoloras e insípidas o para descalificar al contrario es tan habitual que ya no nos creemos nada, pero no deja de resultar descorazonador cuestionar la credibilidad de todos los políticos, incluso de las de aquellos con quienes solíamos sintonizar.

Ha llegado hasta tal punto el nivel de descreimiento que están logrando la desconexión con una sociedad cada vez más alejada de unos representantes que solo se representas a sí mismos. Todos, sin excepción.