INVESTIGACIÓN - ASESINATO

La familia de Socorro Pérez pide a la Policía que haga autocrítica

Cree que el robo de armas en comisaría y los anónimos influyeron negativamente en la investigación

A Socorro Pérez la mataron en la tarde del 2 de mayo de 2015. En ese momento, en la Comisaría de la Policía Nacional ya habían desaparecido seis armas del búnker en el que se supone que debían estar a buen recaudo (agosto de 2014 y febrero de 2015); varios medios de comunicación recibieron un anónimo injurioso alertando de una supuesta trama de corrupción policial (febrero 2015) y ocho agentes, alguno de ellos después encartado en la operación Zamburiña por favorecer el tráfico de drogas, tenían el teléfono pinchado (marzo de 2015).

Por todas estas vicisitudes, la familia de Pérez cree que la Policía Nacional estaba demasiado entretenida con lo qué pasaba intramuros para centrar la desaparición de un vecina de O Couto de 43 años. En palabras del portavoz, Jesús María Pérez Barreiros, no se puso "el celo e interés suficiente en esos 34 días que transcurrieron entre su desaparición y el hallazgo del cadáver". Incluso después, "porque tardaron 15 o 20 días en venir a Ourense los especialistas de Madrid tras la aparición del cuerpo de Socorro".

Paula Rodríguez recordó ayer, a modo de ironía, que el inspector que se hizo cargo en un primer momento de la investigación, Roy D.L., ante las sospechas de un suicidio, es la misma persona a la que hoy, tres años después, una jueza imputa el asesinato de un compañero en abril de 2016, el robo de las armas y los anónimos.


"Lo que ocurrió en la Comisaría sí tuvo trascendencia en este caso", enfatizó Pérez Barreiros, para quien "la autocrítica es importante y la Policía debería hacerla" en alusión a que se trabajó con la hipótesis de la desaparición voluntaria cuando no había base real


En la ofrenda realizada ayer en el Alto del Seminario, con motivo del tercer aniversario de la muerte de Socorro Pérez, un grupo de familiares exhibió su sensación de  "abandono y falta de interés" por parte de las instituciones, e incluso se atrevió a mencionar que a nivel policial"hay víctimas de primera y segunda". Y aunque rehusaron poner nombres a esos supuestos casos más favorecidos por el celo policial, el portavoz fue claro: "No somos inferiores a nadie, queremos el mismo trato y exigimos el mismo celo que se puso en otros crímenes".

Pero mientras Pérez Barreiros  se mostró pesimista sobre la posibilidad de que el caso llegue a resolverse, con la detención del autor del homicidio para ser juzgado, Paula Pérez cree que el hecho de que el juez instructor mantenga el caso bajo secreto de sumario revela que "se sigue investigando y hay una pequeña esperanza".

La familia de la fallecida depositó un ramo de flores en la acera, a escasos metros donde fue hallado el cuerpo. Socorro Pérez salió a correr, como hacía habitualmente, en la tarde del 2 de mayo de 2015. El autor del crimen la abordó en una zona poca transitada e intentó agredirla sexualmente, tal como sospecha la Policía (el cadáver estaba semidesnudo y con la malla del pantalón bajada).  Fue golpeada brutalmente en la cabeza y el criminal la cubrió con hojas. 

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