Las calles del centro de O Barco de Valdeorras comienzan a reflejar el difícil momento que atraviesa el comercio local. Son muchos los bajos que exhiben los carteles de "Se Vende" o "Se Alquila", dando una imagen impensable hace solo algunos años, cuando este sector era la envidia de otros concellos. Los altos costes, los impuestos y la competencia de las compras por Internet abocaron al colectivo a una situación que difícilmente le permitirá superar la crisis sanitaria.
"¡Nos están apuntillando!", exclamó María del Carmen Cruz Caamiña, vocal del sector del comercio en la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), que lamentó la imagen de locales cerrados a cal y canto que ofrecen las calles barquenses. "Muchos son de oficinas de bancos pero muchos otros son comercios que cerraron porque no funcionan", explicó.
La empresaria barquense comentó que la crisis de 2008 aún no está superada. "Los comercios están al 50 % desde la crisis", una situación que atribuyó a las muchas cargas que soportan y a la competencia de las compras por Internet. "El problema son los gastos. Todos subieron, desde la luz hasta el agua", comentó. También se refirió a la difícil competencia con las compras por Internet, donde los comerciantes deben "pelear" incluso con las casas que les suministran los productos. "Hay gente que va a la tienda, le enseñas un producto, lo prueba, se va sin comprarlo y después la ves por la calle con uno igual", comentó.
Cuando a todos estos problemas se le añaden los derivados del cierre de establecimientos que provocó la crisis sanitaria, el destino de buena parte del comercio barquense parece claro: "Conozco a un montón de compañeros que tienen idea de cerrar o de jubilarse", afirmó María del Carmen Cruz.
La presidenta de la Asociación Centro Comercial Aberto de O Barco, Sandra Moldes Rodríguez, reconoció recientemente el daño que están causando al sector las operaciones por Internet. También comentó que el cierre de estos días llevará a muchos comerciantes a optar por el cierre definitivo. "Habrá gente que cierre y no vuelva a abrir. Algunos se jubilarán", añadió. Los costes de mantenimiento también juegan un papel determinante en esta situación. "Hay que aguantar el alquiler. Los impuestos, aunque los aplazan, hay que pagarlos sin cobrar", expuso.
Ante este sombrío panorama no resulta extraño que el sector organice campañas en defensa del comercio de proximidad.
Los últimos datos del valor añadido bruto (VAB) que maneja el Instituto Galego de Estadístico, aunque referidos al año 2016, permiten dar una idea de la importancia del comercio.
Comercio, transporte y hostelería alcanzan 84.541 miles de euros, ligeramente por debajo de las actividades de información, financieras, inmobiliarias y profesionales (85.717 mil), así como de las Administraciones Públicas, con educación y sanidad entre otras (95.455 mil). La lista está encabezada por las productoras de pizarra, con 161.632 mil euros.
El número de empresarios que continúan asociados al sector del comercio y de los servicios de AEVA agrupa a 115 locales, un número que refleja claramente la importancia del colectivo. Tampoco es poca la relevancia de los socios del Centro Comercial Aberto: 88 negocios.
