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La inversión privada salva de la piqueta algunos edificios históricos de Ourense

El edificio Santa Eufemia, cuyas obras de rehabilitación están a punto de concluir, tiene una fachada de Vázquez Gulías. (Foto: Andrés Cachalvite)
photo_camera El edificio Santa Eufemia, cuyas obras de rehabilitación están a punto de concluir, tiene una fachada de Vázquez Gulías. (Foto: Andrés Cachalvite)
Inmuebles como el edificio Santa Eufemia es un ejemplo, mientras el sector urge un plan integral para la zona histórica y agilidad para dar licencias

La recuperación del parque de viviendas es muy lento, pero camina y detiene el deterioro visible en muchas zonas, sobre todo en la traza urbana histórica. Lo hace gracias a apuestas privadas que salvan edificios residenciales o dan nueva vida a negocios hosteleros o comerciales. El Concello de Ourense ha concedido 64 licencias de obra menor en el casco histórico este año, la zona más urgida de este tipo de actuaciones. La institución local tramita 40 solicitudes de obra menor más que aún están pendientes. Otras 29 de obra mayor han sido ya despachadas, pero quedan 30 por resolver, según cifras de la Concejalía de Urbanismo. Es decir, la burocracia tiene más asuntos encima de la mesa de los que ha despachado este año.

¿Qué significa esto? ¿Hay actividad de rehabilitación? Santiago Ferreiro, presidente de la Asociación de Constructores de Ourense (ACO) subraya que "rehabilitar es revitalizar la ciudad, poner en valor nuestro patrimonio y crear puestos de trabajo". El paro en la construcción, precisamente, está en niveles inéditos en los últimos años. Había 1.524 desempleados a comienzos de este otoño, lejos de los 4.198 que había de media en el 2011. Con la obra nueva prácticamente parada en la ciudad, hay que suponer que la rehabilitación permite mantener la actividad.

Rafael Castro, presidente de los arquitectos ourensanos lo tiene claro: "Creo que es el momento de la rehabilitación", indicando además que "más que la rehabilitación lo importante es la renovación y la modernización de las ciudades, no crecer tanto al extrarradio." Recuperar un piso es relativamente sencillo pero, como subraya, "es más complicado hacer una reforma integral de un edificio, que puede afectar a muchos propietarios".

Y, si como sucede, el Concello no agiliza los trámites, la burocracia ahoga los proyectos. Santiago Ferreiro, presidente de ACO, reclama celeridad: "Es fundamental, imprescindible y no me cansaré de repetirlo, la agilización de los permisos y licencias, tanto en la rehabilitación del casco histórico como en todos los ámbitos de la ciudad".


Un ejemplo: el edificio Santa Eufemia


El sector se queja del atasco municipal y aún así el capital privado está realizando una importante apuesta. Una de las más importantes es la que está concluyendo en la plaza de Santa Eufemia. Se trata de la recuperación de un emblemático edificio firmado por el arquitecto Vázquez Gulías y rehabilitado con exigentes estándares de calidad. Eduardo Peña, uno de los empresarios que ha promovido este edificio indica que "se hizo una obra que se puede presumir de ella, creo que merecía una rehabilitación así". Incorpora geotermia, suelo radiante, aire acondicionado, está libre de radón y todos los materiales son de alta calidad. Los balcones fueron desmontados para su restauración fuera de obra y la limpieza de la fachada fue realizada por empresas especializadas en el mismo tratamiento en iglesias o catedrales, como recuerda Eduardo Rodríguez.

El edificio Santa Eufemia,como ha sido bautizado, incorpora apartamentos que van desde los 55 a los 88 metros cuadrados y un dúplex de 130 metros cuadrados. Acaban de ponerse a la venta y casi la mitad han sido comprados. ¿Los precios? Entre los 200.000 y los 500.000 euros. Quedan por vender los bajos comerciales, cuyas obras están prácticamente acabadas, pero ya hay postores para instalarse.

Otras obras están también en marcha en diferentes puntos de la ciudad para recuperar emblemáticos edificios residenciales, pero la huella del tiempo se deja ver en muchas zonas de la ciudad, sobre todo Progreso, Alejandro Outeiriño o diversas calles del casco histórico. Rafael Castro, presidente de los arquitectos de Ourense, cree que "la rehabilitación debe ir más allá de la recuperación de un edificio y en el casco histórico se debe hablar de una recuperación integral". Es decir, una regeneración del espacio para que retome una vida de la que carece en muchas de sus calles.

El presidente de los constructores dice que "es importante que todos nos concienciemos en la importancia de recuperar nuestro patrimonio histórico, las ayudas también son muy necesarias, pero todo esto no nos conduce a nada si no conseguimos la agilización de la burocracia". Contra ese lastre municipal lucha a brazo partido el capital privado, promotor de al menos otras diez actuaciones de rehabilitación de edificios para viviendas o negocios en el centro neurálgico de la ciudad. Entre esas iniciativas, la construcción de un hotel boutique en Reza o varios apartamentos turísticos que están en cartera, entre ellos un edificio al lado de As Burgas.

Pero el tiempo juega en contra de la conservación de los inmuebles. El envejecimiento de la población, la carencia de dotaciones y servicios, los problemas de herencias o la falta de músculo inversor pueden estar condenando a parte del patrimonio construido.

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