Los ladrones desvalijaron por completo el centro de control de la calidad del agua que instaló la Confederación Hidrográfica del Duero en el cauce del río Támega, a su paso por el municipio de Castrelo do Val.
Los delincuentes forzaron las puertas e inutilizaron parte de la infraestructura para adueñarse de las baterías. Un técnico del organismo de cuenca se percató de la sustracción a mediados de esta semana después de que las instalaciones dejaran de emitir datos. La Guardia Civil abrió una investigación con el objetivo de identificar a los delincuentes.
Este no fue el único robo de material en los últimos días en instalaciones de la provincia. El gerente de una planta de hormigón de A Gudiña denunció la sustracción de más de 200 metros de cable de cobre, que estaban siendo utilizados en las instalaciones. Los delincuentes cortaron el tendido eléctrico.