Reportaje

Los tesoros de nuestra Biblioteca Pública, vistos por Risco

Con motivo de la inauguración de la nueva biblioteca Pública, La Región reproduce dos hermosos artículos de don Vicente, fechados en 1944

En 1944, don Vicente Risco, que en esos años publicaba en La Región una página semanal informando sobre libros editados en España y en Europa, dedica dos artículos a los tesoros de la Biblioteca Pública provincial. Situada en esos años en los bajos del edificio de la Diputación, allí se conservaban los tesoros que pudieron salvarse del incendio del edificio del viejo Instituto (en 1927) que albergaba la Biblioteca, y los muchos libros que de toda España y América llegaron a Ourense para recuperarla. 

Los libros citados por Risco en sus artículos están editados entre los años 1533 y 1933. Los hay en castellano, latín, bilingüe árabe-castellano y abundan los editados en francés. Con motivo de la inauguración de la nueva Biblioteca Pública, en la que se conservan los libros citados por Risco, La Región reproduce dos hermosos artículos de don Vicente, fechados en 1944:

Viajes por las alturas

Crónica | Vicente Risco. Ourense

OURENSE. 16/01/2020 Biblioteca de la Deputacion. FOTO: Miguel Angel

Como todos saben, la Biblioteca Pública de Orense tiene un segundo piso o galería superior con balconcillo, a la que se sube o de la que se baja por dos escaleras de caracol, una de hierro en una esquina de la Sala de lectura y otra de madera en la esquina de la sala del fondo, que sirve de depósito de libros. Encaramarse por allí es lo más interesante. Andando por la galería superior hay que tener cuidado porque hay vigas, tubos y otros obstáculos tan bajos que fácilmente se da uno un trompazo contra ellos. Pero merece la pena arriesgar un toromelo, porque por allí, sobre todo en la sala de adentro, es donde se encuentran las sorpresas. Por mucho que uno conozca la Biblioteca, siempre se encuentra alguna. 

Antes, al pasar de una sala a otra por una puertecita baja, que parece una puerta de teatro, como si fuese de decoración o de tramoya, se encontraban obras viejas de Medicina, y entre ellas estaba, y creo que aún está, una obra en varios tomos de Luis Figuier sobre "Lo maravilloso". Luis Figuier parece haber sido un infeliz, entusiasta de la ciencia y de sus adelantos, pues es de la época en que ciencia se escribía con mayúscula y sus resultados se llamaban adelantos, y era también un poco o un mucho espiritista. Es decir, un hombre que tocando a creer, creía en todo, al revés de tantos que no creen o afectan no creer en nada. El libro está lleno de hechos prodigiosos.  

Siguiendo y llegando a la esquina, había una porción de libros antiguos de viajes. Entre ellos el del padre Hucía (o Hucha) a la China, que sigue siendo obra fundamental. Contiene curiosísimas noticias y la China está vista en él con simpatía. Es curioso que, en general, los misioneros católicos, en especial los jesuitas del XVIII y gran parte del XIX, que conocieron la China de la dinastía Manchú, se mostraron grandes admiradores de aquel imperio y de su gobierno, lo cual nos prueba que el gobierno de los manchúes era bueno, sabio y paternal. Los que estropearon la cosa fueron los gobiernos europeos y los misioneros protestantes. Hay dos o tres libros sobre la Rusia de los zares, y antes estaba allí la "Historia de Rusia" de Karansin, en varios tomos bien encuadernados. Después hay cosas como “El viaje de Pitágoras” y otros libracos de la Ilustración que no dejan de tener interés. 

libros Risco

En la otra pared encontramos cosas como “La historia de la Iglesia”, de Fleury, que va por años. Poco sistemática pero minuciosa y completa. Hemos encontrado en ella datos muy útiles y poco frecuentes. Es una edición francesa en muchos tomos de letra menuda primorosamente encuadernados en piel pero viejos y gastados, con buenos índices alfabéticos. Estos tomitos pequeños da gusto leerlos, si no fuera la dificultad de tenerlos abiertos sobre la mesa. Otros libros antiguos y modernos son, por ejemplo, una "Historia de las matemáticas en España", de F. Vera, muy documentado sobre la persecución religiosa en Méjico. Un librito sobre la ciudad de Praga. En la esquina donde está la escalera de madera hay un montón de novelones viejos que sería un gusto leer si hubiera tiempo. Aunque, bien mirado, será mejor dejarlos donde están. 

Hay otro balconcillo en el cual solo una vez nos hemos atrevido a penetrar, pues para ello hace falta ser gimnasta y funámbulo. Sin embargo lo hemos hecho y allí entre otros muchos libros antiguos con pasta de pergamino, hemos encontrado tratados de filosofía del Padre Tasca. Un armario o estantería llena de novelas modernas, que está detrás del pupitre donde uno se puede instalar en aquella sala, no tiene arriba balconcillo. Las novelas no están mal, y hasta en ellas se puede aprender mucho, hasta demasiado, pero hay otros muchos. Cuántas obras científicas hay que no son más que pura novela, cosa que todos sabemos, excepto Luis Figuier y los hombres de su tiempo, por haber sido ellos lo que más novelaron la ciencia. Con esto no se ha terminado nuestro viaje por las alturas. Esperamos descubrir en ellas cosas que aún no hemos mencionado. Pero hay muchos días. 



Los tesoros de nuestra biblioteca

Crónica | Vicente Risco. Ourense

Uno de los libros notables de nuestra biblioteca  provincial  es la edición castellana de “Las cosas memorables de España” de Lucio Marineo Siculo, cronista de Sus Majestades, escritor bien conocido y celebrado, acaso más de la cuenta. Según un bibliógrafo tan enterado como Antonio Rey Soto, solo se conocen en España tres ejemplares de este libro, uno de los cuales lo posee el ilustre poeta orensano. Otro está en nuestra Biblioteca, generosa donación hecha cuando se trató de restablecerla después del incendio. 

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Perteneció este ejemplar, según nota manuscrita, al  licenciado don Juan Manuel Mosquera, quien lo adquirió por el precio de diez reales en 1833. Antes estuvo en San Gerónimo de Guisando pues, según nota manuscrita, allí fue expurgado por los inquisidores de Toledo en 1614. Como consecuencia del expurgo, fue tachado un párrafo del folio 163 en el que trata de la expulsión  de los hebreos de Egipto.

 El libro es hermoso, impreso en letra gótica con portada e iniciales. La portada plateresca, muy adornada con grutescos, lleva el lema “Inition sapientae Timor Domini”, ocupa el centro un gran escudo completo del emperador Carlos V con doble águila coronada. Incluye un prólogo al emperador don Carlos y a la emperatriz doña Isabel la Cátolica, otro prólogo de loor de la historia a los mismos príncipes. Se imprimió en Alcalá de Henares en 1533. Es un libro muy curioso que da noticias  de España y con algunos errores. A Colón le llama Pedro y dice que viajó con 36 naves. Se ha dicho de Marineo Siculo, que era un periodista de su tiempo, y sin duda lo era, y sin duda muchas veces se vio apurado por la necesidad de dar noticias que no poseía. 

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