TURISMO ASTRONÓMICO

Bajo un universo de belleza acreditada

photo_camera Un grupo de personas observan las Perseidas desde el castro de San Cibrán de Las, en una iniciativa de La Región el pasado verano.

Turismo astronómico. No alude a viajar a las estrellas, sino a verlas desde aquí, desde los extraordinarios miradores de la provincia de Ourense. Un gran balcón al cielo que presume de certificación de calidad.

No muy lejos de la ciudad, cuando el manto negro de la noche avanza por el azul ya oscurecido del final de la tarde, asoman en lo alto Venus y Marte, que con su potente magnitud presiden la bóveda celeste. También Santurno se deja ver durante unas horas, pero con timidez cae pronto tras el valle. Tan solo Marte aguanta en este cielo otoñal hasta las primeras horas de la madrugada. 

Muy pronto, cuando la oscuridad venza un poco más al día en las afueras de la ciudad de As Burgas, lucirá también la Vía Láctea y, el abismo infinito del cosmos, que se suma esta quietud del bosquecillo de Taboadela, donde está instalado el pequeño observatorio de As Corgas. Para la observación más sublime hay que ir hasta Peña Trevinca, allí realmente la oscuridadse deja traspasar por infinidad de puntos celestes, protegida de toda contaminación lumínica. Dicen los expertos que muy pronto vendrán de todo el mundo a este lugar solo para mirar al cielo. Los lugareños aún no se lo creen. ¿Qué tendrá este cielo que no tienen los demás?

"A dispersión da poboación fai que a contaminación luminosa das vilas estea máis ou menos controlada", explica Cris Rivas de la iniciativa Calidade do Ceo Nocturno, "isto non quere dicir que non exista ou que non sexa necesario correxila, senón que ao ser as vilas pequenas e estar espalladas pola provincia, non se acumula toda a iluminación nunha zona. Iso é o que sucede por exemplo nas comarcas de Coruña e Vigo, onde se se analiza a contaminación luminosa é practicamente imposible distinguir os diferentes núcleos de poboación". 

"Aunque el cielo visible en Ourense no es muy diferente de lo que se puede ver en casi todo el Hemisferio Norte, sí que es cierto que tenemos la ventaja de que no tenemos núcleos urbanos demasiado grandes, con lo que en general nunca estamos lejos de un buen sitio para ver las estrellas, aunque nunca tan bueno como A Veiga", opina Carlos González, el prestigioso astrónomo ourensano de Nogueira de Ramuín que trabaja en la Universidad de Cambridge. 

"Ourense é unha provincia moi montañosa e isto favorece que en certas zonas a contaminación luminosa sexa freada polas elevacións do terreo, ou que dende os lugares máis altos a contaminación luminosa non moleste para a observación do ceo estrelado, pero que continúe sendo perxudicial para outras moitas cousas, como os ecosistemas ou a saúde humana", añade Rivas.

Certificado de buenas vistas

Mucho hemos leído sobre que Ourense se hizo con el primer destino Starlight de Galicia. Pero no es fácil saber en qué se traduce algo así. Cuatro son los parámetros que se valoran en el cielo a la hora de repartir esta certificación: oscuridad, transparencia, nitidez, y nubosidad. 

El sistema de certificación de Destinos Turísticos Starlight busca acreditar “la calidad de los cielos, y los medios para garantizar su protección, para asegurarse de que estos lugares cuenten también con las adecuadas infraestructuras, dotaciones, servicios, y actividades relacionadas con la oferta turística y la integración con la naturaleza nocturna que les dé sentido”, según la Fundación que otorga estos certificados. 

Susana Malón, de Lumínica Ambiental, realizó la auditoría de A Veiga, asegurando que "cumple con los valores de calidad del cielo exigidos". "Tienen uno de los cielos más oscuros de la península y con estabilidad atmosférica", matiza.  

"Aunque es algo relativamente desconocido en Galicia, la fundación Starlight es muy activa en lugares con más tradición astronómica, como Canarias", explica el astrónomo ourensano, "en la actualidad no hay más de un puñado de lugares en España acreditados como Destinos Starlight, y dos de ellos son en Galicia. La acreditación en sí da fe de la calidad del cielo en el lugar; es como si fuera 'la bandera azul' del cielo nocturno. De la misma manera que una playa con bandera azul tiene que tener una calidad de agua, una seguridad y unas instalaciones, un Destino Starlight garantiza que la contaminación lumínica presente es muy baja, y que podremos ver cosas como la Vía Láctea, o las estrellas más débiles, algo que en un entorno urbano es imposible". 

Sin embargo esta acreditación va más allá de reconocer un buen lugar para ver las estrellas: "La acreditación implica que se desarrollan una serie de actividades dedicadas a la divulgación de la astronomía y al disfrute del cielo; en particular en A Veiga, a pesar de que el sello Starlight aún es muy reciente, ya se ha impartido un curso para monitores de astronomía con bastante buena acogida", detalla González.

Estos entornos celestes privilegiados se distinguen en dos niveles: las reservas y los destinos turísticos. Las primeras son espacios naturales protegidos “en los que se establece un compromiso por la defensa de la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas”, mientras que los segundos son “lugares visitables que gozan de excelentes cualidades para la contemplación de cielos estrellados”

Galicia y los astrónomos

Al otro lado del cinturón de luz de la ciudad, la claridad del cielo batalla ahora con la helada que cae a la hora de la cena. Las condiciones climatológicas influyen muy señaladamente a la hora de valorar la calidad de los cielos y Ourense obtiene buenas puntuaciones en este sentido, a pesar de que Galicia goza de pésima fama entre los astrónomos, precisamente por su frecuencia de nubosidad y precipitaciones. Y eso a pesar de que las zonas del interior de las provincias de Ourense y Lugo, los cielos alcanzan cotas de oscuridad y limpieza lumínica difícilmente superables en el resto de España, tal y como se aprecia en los últimos mapas de la NASA y “Cities at Night”.

"Sobre o nivel de contaminación luminosa en Ourense podemos dicir que fóra dos núcleos urbanos as medidas existentes de contaminación luminosa son boas en xeral", aclaran desde Calidade do Ceo Nocturno, "cando dende o Sil se pode ver a contaminación de Santiago, elexir un lugar concreto é complicado. As montañas que separan Galicia de Castela evitan que chegue contaminación da parte leonesa e zamorana. Na fronteira de Ourense con Portugal hai un par de parques naturais que contribuen a manter o ceo escuro, ademais esa parte de Portugal tampouco ten moita poboación. En Lugo pódese facer unha análise similar a Ourense, polo que nas zonas pouco poboadas preto desta provincia tamén deberían ser bos. Ao final a zona que máis cumple con todo o que comentamos é Trevinca, aínda que Manzaneda e outras zonas menos periféricas tamén teñen bos ceos".

Un turismo desconocido

Todavía es una incógnita el impacto que la oferta astronómica puede tener en el turismo de la provincia. "El turismo astronómico está en auge", asegura Malón, "pero hay que hacerlo de forma estratégica y ofreciendo actividades de calidad con monitores y guías especializados y certificados, como el curso de monitores Starlight que A Veiga hizo el año pasado", al que alude también González. "El turismo astronómico también es algo relativamente nuevo", explica el astrónomo ourensano, "aunque no creo que nos vaya a sacar de pobres, en Canarias por ejemplo, sí que ya existe una industria alrededor de la explotación del cielo nocturno, y una visita a los observatorios es parte ya del paquete estándar de muchas de las visitas guiadas. Tiene la ventaja, en cambio, de que se trata de un turismo de calidad, muy sostenible y con un impacto ambiental muy bajo".  

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