Opinión

Elecciones en julio

El mantenimiento del estado de alarma no es obstáculo para que se puedan celebrar, en julio, las elecciones a los parlamentos de Galicia y País Vasco. Así se establece en la modificación del artículo 7 del RD 463/2020 que el Gobierno aprobó en el último Consejo de Ministros. Algunos ya habíamos sostenido en público que el estado de alarma no impedía la convocatoria electoral prevista para el pasado 5 de abril, y que fue aplazada a los gallegos. Ahora, el BOE confirma está opinión, publicando dicha posibilidad y disponiendo el Gobierno central de los medios a su alcance (servicio de correos, fedatarios públicos y demás servicios públicos) para poner en marcha la celebración de las elecciones autonómicas.

Sin duda, la negra sombra del coronavirus amenazará el encuentro de las gallegas y los gallegos con las urnas. Pero, la sabiduría galaica, estoy seguro, sabrá diferenciar bien lo que nos jugamos este verano en Galicia: la continuidad de un Gobierno conservador, o el cambio necesario a una alternativa de progreso. Sin duda este gobierno de la derecha gallega ha estado bien pilotado por Núñez Feijoo, pero , cómo todo en la vida, ha llegado el momento del remplazo, no tanto de la persona del presidente gallego, al que reconozco su capacidad y saber hacer, cómo de la opción que representa. 

Llega la hora de un gobierno en la Xunta más participativo y plural, más comprometido con la igualdad y la solidaridad, más convencido de un replanteamiento en clave federal de nuestra convivencia territorial, y decidido a salir de esta crisis provocada por la pandemia con las recetas de la socialdemocracia. 

Por eso estas elecciones que vienen es el momento adecuado de dejar atrás para siempre el lamento de Xoana Torres en su “Himno Final”: “De monte a mar, Galicia/ !qué absurda me pareces!”.

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