Opinión

Sabios que hablan ex cátedra

El pasado domingo, -antes, recuérdenlo, se decía el domingo próximo pasado, ah, qué cosas- perdió el “sí” en el referéndum convocado en Grecia. Según Sigmar Gabriel, un señor de cara regordeta del que apenas nadie hablaba, miembro que es del SPD-para entendernos, del PSOE de allí- que gobierna en coalición con Angela Merkel, no como aquí, ha dicho que se ha roto el último puente para lograr un acuerdo entre la Unión Europea y Grecia. ¿Y ahora, qué?

Por aquí la gente anda diciendo lo mismo o cosas parecidas; al decir gente, quiere decirse la gente de la política. Al parecer, los demás, o no somos gente o estamos en Babia. Lo que es casi tanto como decir que estamos en Oxi y conste que a mi, esto de Oxi, me suena a orsay; es decir, en fuera de juego, en offside, pronunciado como lo pronunciaba aquel inefable Baladrón en “Palestra, revista radiofónica de los deportes” cuando intervenía en una sección que se titulaba “Berzas pró caldo” en la emisora Radio Orense que dirigía Pedro Arcas durante los lejanos años cincuenta del pasado siglo.

Este Sigmar Gabriel dice lo que dijo y Rajoy dice de Pedro Sánchez que es el portamaletas de Podemos. ¡Caragho! Menos mal que no dijo maletero, sino ya la teníamos formada. ¡Ah, la debida cortesía parlamentaria! El caso es que, entre unos y otros, el resto de la gente, quiere decirse, de la gente de a pie, o sea, usted y yo lector amable, no nos enteramos de la misa la media. Disculpe el lector amigo porque el que no se entera es un servidor, así que intentaré explicar por qué.

En principio no sé todavía, a estas alturas, que es o en que consiste realmente la Unión Europea. En no pocas oportunidades tengo la extraña sensación de que los países que la componen sean una especie de estados asociados a ella. ¿Estados asociados? Sí, algo así como Puerto Rico respecto de los Estados Unidos de Norteamérica.

No sé si recordarán ustedes unos versos de Nicolás Guillén que hablaban de esta condición de los ciudadanos de Borinquen: “… socio asociado en sociedad / al pie de cocoteros y guitarras…” pues lo mismo, pero sin cocoteros ni guitarras y el Partenón como fondo… por buscarle un decorado puesto al día. No digo con esto, ni mucho menos, que Nicolás Guillén sea un buen poeta, ni siquiera que lo sea de mi preferencia o que me identifique con el poema de marras, sino simplemente que a veces tengo la extraña sensación de que seamos una especie de socios asociados a esa cosa que se llama Unión Europea y que, por lo que llevamos visto, esa condición no tenga nada o muy poco que ver con la relación que existe entre Puerto Rico y los EE.UU.

Se expresa así porque nosotros no nos hemos puesto en manos de nadie que, como senadores y congresistas norteamericanos, tengan que darnos cuenta a la ciudadanía de todas y de cada una de sus responsabilidades y acciones políticas. Ni siquiera sabemos los nombres de quienes nos representan en Bruselas, ni ellos aparecen por aquí, pese a ser muchos más estos que aquellos. Estos toman sus decisiones y nos las imponen. Ya sé que USA no es Jauja, pero esto empezó a dejar de serlo en el justo momento en que lo único común que profesamos es la moneda y no, por ejemplo, la fiscalidad.

La Unión Europea, contemplada no a vista de pájaro, pero si a vista de peatón, de gente de a pie, no es otra cosa más que un conglomerado de organismos e instituciones y funcionarios que las mantienen activas, de las que unas veces pensamos que dependen del Eurogrupo, cuando no del FMI o del Lehman Brothers, el Parlamento Europeo y de gente así, variopinta y bien alimentada, que vive muy lejos de nosotros y de nuestras realidades. Que nadie venga a explicarnos ahora la realidad que contradice estas sensaciones a las que se está aludiendo. Las conocemos. Hablamos no de esa realidad sino de las sensaciones que produce en demasiadas oportunidades, lo que no es nada bueno ni constructivo a los fines perseguidos.

Esta colección de sabios que viven allá arriba y que al parecer todo lo saben ¿ignoraban que, en el momento de su incorporación a la UE, Grecia llevaba unos treinta años sin cuadrar las cuentas? ¿Por qué la incorporaron si no fue para hacerla más fuerte y europea? Estos mismos señores que hablan siempre ex cátedra y al parecer nunca se equivocan ¿recuerdan a quienes fueron debidas la dos guerras mundiales, qué afanes las provocaron y como, a pesar de ellos, a pesar de una cosa y otra, el resto de Europa se avino a recuperar una economía como la resultante del conflicto bélico? ¿También de cómo cuando la reunificación de las dos Alemanias, Europa supo estar a la altura de las circunstancias?

Por favor, que venga alguien y explique que garambaina o farrapos de gaita es esta Europa que solo está sirviendo para que sean no de un solo país, sino de una sola clase dirigente, encumbrada en lo alto de unas nóminas que mejor ha de ser que las sigamos ignorando, los que se empecinen en sus criterios y en una política que estar estará sirviendo para la economía de los menos mejore mientras que la de los más haya empeorado hasta límites que para no pocos empiezan a manifestarse insostenibles. ¿Habrá que pinchar la burbuja en la que viven estas gentes que creen ser Europa cuando lo que parece es que Europa sean ellos?

Te puede interesar