Opinión

Los "días raros" del COB

Hay días en los que por mucho que te empeñes las situaciones que rodean a lo que haces no te dejan o por lo menos interfieren para que consigas tu objetivo, son "los días raros".

Aunque pueda parecer una canción de Vetusta Morla, todo lo que sucedió en torno al partido que enfrentó al COB contra el Palma Air Europa, el que marcó el fin de una racha de cinco victorias consecutivas, fue casi como el preludio a lo que finalmente sucedió.

Al insoportable frío que tuvieron que soportar los aficionados que se animaron a ver el partido bajo estas condiciones, se sumó un agente externo que nadie esperaba, el fallo de uno de los marcadores, que se quedó con la bocina pitando al más puro estilo barco que parte de puerto, un espectáculo.

Solventado el incidente y con 15 minutos de retraso sobre el horario marcado llegó el contagio a la plantilla cobista. Desde el primer momento se vieron superados por un Palma que fue mejor en su planteamiento del encuentro y que en pocos momentos del partido permitió a los ourensanos rendir al nivel que tenían acostumbrados a sus seguidores. Cepeda, el técnico rival, hablaba de hacer un partido perfecto y creo que ni él mismo contaba con la espectacular noche de Glover, Di Bartolomeo, Bertone y especialmente de un inconmensurable Mario Cabanas, dueño absoluto de las zonas y que terminó con un pequeño recado involuntario

Al insoportable frío que tuvieron que soportar los aficionados que se acercaron hasta el Pazo, se sumó un marcador "rebelde" de Rejón en uno de su pómulos, cosas del juego duro. Llama especialmente la atención, si dejamos aparte las imaginativas zapatillas de Edu Martínez, el papel marginal de Tyler Brown y Ben Allison en este encuentro.

Quizá el frío, quizá la falta de confianza, el COB echó de menos la presencia de dos jugadores más, especialmente si se tiene en cuenta el aluvión ofensivo que se vio aye en el Pazo dos Deportes Paco Paz, o quizá el próximo escenario de una de los capítulos de Juego de Tronos, primero fue el lema para el club ahora la gélida temperatura.

Con estos condicionantes y este "día raro" el segundo periodo fue determinante para que la ventaja quedase anclada en un muro prácticamente infraqueable (23-39).

Un COB que tardó demasiado en encontrarse a sí mismo al que una más que buena segunda parte no le llegó esta vez para detener a un rival que agradó y se gustó por momentos y que sin duda, está llamado a hacer cosas importantes en esta liga.

Ahora, borrón y cuenta nueva. El caprichoso calendario no da respiro y toca pensar en Prat. La Copa sigue en la mano, todo depende del COB pero eso sí, es necesario un empujón defensivo para seguir ilusionando a la afición. 

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