Opinión

Más de lo mismo,con matices

Reconozco antes de nada que me apasiona el mundo del motor y que la objetividad en mi caso brilla por su ausencia, pero la carrera de este fin de semana ha sido ciertamente más de lo mismo. Fuera de la psicosis abierta por las escuderías por los posibles abandonos ante los nuevos monoplazas, la Fórmula 1 dejó ver en Australia que ya no es el mejor espectáculo automovilista del mundo. Y es que cuando en una carrera ni se adelantan ni hay tensión por la victoria los F1 no suenan como F1 y el único piloto español en la parrilla no tiene la más mínima opción de ganar pues se queda uno con cara de aburrimiento, o sueño, depende de si vio la carrera en directo o diferido.

Aun así, hay matices importantes y no todos negativos, un consuelo. Hay un gallo nuevo, joven y danés en el corral. Kevin Magnussen, hijo del expiloto de F1 Jan, ha entrado por la puerta grande en el gran circo y de un plumazo ha callado a los más críticos sobre su elección como primer piloto. Restan 18 carreras pero quién sabe si el bueno de Ron Dennis ha dado en el clavo otra vez como con Lewis Hamilton. Tiempo al tiempo.

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