Opinión

¡POR FIN! ADIÓS, HOMBRE, ADIÓS

Con argumentos directamente contrarios de los que hasta ayer mismo tanto él como sus ministros insistían en su pretensión de agotar la legislatura, Zapatero anunció ayer, en su penúltimo adiós, que adelanta las elecciones a noviembre, al 20-N, como fecha simbólica y detalle final. Su penosa comparecencia, intentando vender que está todo hecho, nuestra economía boyante y en la senda de Jauja y su misión cumplida resulto más que nada patética. Intentar vender la bajada de apenas cuatro décimas en la EPA de primavera y que sitúa nuestro paro en 4,8 millones largos de parados (un 20,89 por ciento de la población activa), resulta una desvergüenza y un insulto no ya a la inteligencia, que lo es, sino a la dramática situación de millones de familias españolas. Alardear de deberes hechos el día que nuestra prima de riesgo vuelve a estar por encima de los 350, una vez más jugando al borde del abismo y ensanchando nuestra trampa, no es más que la guinda de un pastel que ha montado estos años a base de irresponsabilidad, insensatez, delirios y optimismos patológicos. Su herencia, bien al contrario de su pretendida 'misión cumplida', no pueden ser más atroces para España. Paro dramático, economía paralizada, deuda disparada, desvertebración del Estado, autonomías al borde de la quiebra, pérdida y desprestigio de la autoridad democrática y de postre ETA legalizada, sin abandonar las armas y gobernando territorios.


Ese es, en los hechos, su balance, su pésimo balance, el del peor gobernante de nuestra historia. Que se va porque le obligan los de su propio partido, el mismo Rubalcaba. Y ahora viene la jugada. Porque quien ha puesto la fecha de las elecciones está más que claro que ha sido Rubalcaba. El 'virgen', el que aparecerá como que no ha sido en absoluto ni tenido parte de responsabilidad alguna en tal destrozo nacional, el que quieren vendernos como que ahora, después de haber sido piedra angular del Ejecutivo, no ha tenido que ver con el nada. La burra vieja que ahora nos quieren colocar como potra alazana.


La lógica, una vez tomada la decisión, a que andarse con gaitas, era disolver hoy mismo las Cortes y llevar las elecciones a octubre, cuanto antes. Eso hubiera sido lo razonable y mejor para el país. pero no. Alfredo piensa en él y ver como tiene un poco más de tiempo para intentar salvar algún mueble más. Cuatro meses de propaganda. Porque hay que hacer algunas cosas de campaña. Zapatero tiene que dejar además del Gobierno, la Secretaria General del Partido, Rubalcaba quiere todo el poder ya mismo y que se vea. Así que habrá congreso aclamatorio en plena campaña ¿Lo habrá también regionales?


¿O será aclamado por todos esos barones que se han quedado sin feudo y sin almena? Lo único cierto es que vamos a tener que tragar mucho spot publicitario, mucha fanfarria y mucha intoxicación, como la de la última encuesta convertida casi en victoria cuando lo real ha sido el demoledor resultado del 22-M ('Nosotros no celebramos encuestas, celebramos resultados' decía el 'genio' Blanco) .


Pero bueno, por lo menos, podemos decir ya adiós con fecha fija. Y es un enorme alivio. La sensación es que hoy muchos españoles de toda edad condición y gobierno han respirado aliviados. Tanta paz lleve como descanso deja. Hubiera sido insoportable para España aguantarlo hasta marzo. Así que adiós, hombre, adiós. De una vez adiós, aunque aún tengamos que aguantar casi cuatro meses.




P.D. Lo de la fecha 20-M, día de la muerte de Franco, no deja de tener ribetes de broma de mal gusto y de retorcidilla intención. Levantar ampollas ha sido una de las especialidades de ZP con su pretensión de abjurar de la transición y sus consensos básicos y constitucionales. La elección de fecha se puede inscribir en ese empeño de revolver lo peor de nuestra historia. Pero no deja de ser una estupidez y una maña bastante tonta. Si es para hacer jueguecitos de que Franco murió el 20-N y Rajoy quiere ganar ese mismo día y resucitarlo, que seguro que van a hacerlos, lo cierto es que la cosa no tiene recorrido. Convertir al moderado líder de la derecha, al que siempre han intentado descalificar por su presunta tibieza, en un peligroso fascista es seguir el camino del doberman, pero sólo conduce a otro precipicio como el del 22-M. El 20-M puede ser la tumba del PSOE. Unos resultados a tenor de las municipales abrirían hasta el debate por la hegemonía política en la izquierda.

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