Opinión

DON MANUEL

Para mí siempre fue don Manuel. Alguien entrañable por quien sentí un profundo respeto. Uno de esos seres a los que daba gozo encontrar, en un festival, en una rueda de prensa, en un acto de homenaje. Algo frecuente en los últimos doce años, cuando ya tenía cumplidos los ochenta. Don Manuel Alexandre. Una parte de nosotros. Memoria colectiva. Una persona que tuvo la suerte, en vida, de sentirse querido y admirado.


Llegado el momento de la despedida las televisiones han estado ahí, aunque unas cadenas estuvieron más al quite que otras. Como suele suceder. La 1 y La 2 cumplieron emitiendo 'Incautos', 'Atraco a las tres' y 'Elsa y Fred'. Canal + tenía en la nevera uno de sus 'Epílogos'. Son las reglas del contrato. El entrevistado aceptó en su día que el documento sólo vería la luz después de su muerte. Sin que se viese el rostro de la entrevistadora. Rodeando el encuentro con cierto halo de misterio.


Alexandre comenzó con respuestas breves. Poco más que monosílabos. Hasta que fue entrando en calor. Expresó su deseo de que ser recordado como un hombre bueno. No como un hombre de bien, matizó, una expresión en la que notaba cierto tono peyorativo. En la pausada entrevista demostró serlo. Dijo sentirse satisfecho por el respeto profesado a los secundarios, tan valorados como los protagonistas ('yo creo que he estado en ese grupo de los que interesaban'). Cuando se proclamó la República tenía catorce años. Una leyenda.

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