Menos mal. Volvió el programa de la Defensora, aunque esta vez lo hizo en domingo, algo a lo que estamos desacostumbrados. Pere Roca habló de la integración del Canal Cultural.es en La 2, y por lo que contó estaba más feliz que unas castañuelas. Es lo mejor que le podía pasar al canal y a los espectadores, señaló. Por su parte, Pere Vila explicó algunas dificultades técnicas con las que se encuentra la señal de la TDT en la costa, y prometió para las zonas de Mijas, el Maresme, nuevos recursos para el año que viene. Pero lo que de verdad impresionó fue el reportaje sobre las corresponsalías. Óscar González, el coordinador de todas ellas, nos aclaró que, es cierto, trabajan mucho, se les reclama tanto de los Telediarios como del canal 24 Horas y de los centros territoriales.
En esto que compareció Rosa Molló, a punto de instalarse en Jerusalén, explicando cómo realiza su labor desde China. Decir que esta mujer goza con lo que hace es poco. Levita. La vimos en compañía de su intérprete de cabecera, con la que se comunica en inglés. Esta traductora, a su vez, tiene que echar mano de una segunda intérprete cuando se trata de dialectos. Todo ello para que al final Rosa Molló nos cuente la esencia, vertebre el argumento, con chispa, con vehemencia, con originalidad. Disfrutando y haciéndonos disfrutar.
