Libertad vigilada para los maltratadores que, habiendo cumplido sus penas, se encuentren de nuevo en la calle. El objetivo anunciado por el Gobierno, evitar que reincidan, en la medida en que tanto los agentes implicados en la seguridad de las víctimas como éstas podrán, según el plan avanzado ayer, saber dónde se encuentran. Es la principal de las novedades aunciadas dentro de la Estrategia Nacional contra la Violencia de Género, un plan a los minutos de hacerse público discutido y discutible; tanto como las formas empleadas ayer por González Pons, vicesecretario del PP, para definir a los maltratadores -lacra social frente a los que actuar con extrema severidad-, y a los que calificó ayer ante sus compañeros de partido en Valencia directamente como 'hijos de puta'. Mucho, demasiado aún por avanzar para combatirlos.
