Opinión

Pocas prisas

El discurso oficial habla de que la crisis ya es cosa del pasado, y no es así. Hay heridas profundas en una provincia tan frágil como Ourense y hay varios elementos para calibrarla. Uno de ellos es que circulan menos coches. Es verdad que en verano la cosa cambia, los desplazamientos se multiplican y la economía se mueve más por el efecto de temporada que por la bonanza de los tiempos. La lógica que da el presidente de los taxistas ourensanos es aplastante: "Hai menos tráfico porque os polígonos teñen menos traballadores e hai menos viaxes". Otros datos: menos densidad en los entornos industriales. Estas estimaciones nos llevan a pensar que el camino es largo y muy duro. Posiblemente ya no tanto como hace un par de años, pero aun queda trecho. Poca prisa en decir que este partido está ganado. Por desgracia.

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