Opinión

Rigor sí, negocio no

Cuando un enfermo agoniza cualquier remedio, aún en fase experimental, parece mejor solución que la muerte. Club Deportivo Ourense vive este capítulo. Sin embargo, el CDO, por suerte o por desgracia, entiende de sentimentalismos, de ahí que a pesar de la gravísima crisis que atraviesa siga habiendo osados que arrimen el hombro. Unos, osados por ese sentimentalismo, otros, quizá cegados por el negocio, y como trasfondo la supervivencia de un club con 62 años de historia. La experiencia del CDO con grupos inversores en la gestión no invita al optimismo. Es más, de aquellos polvos vienen estos lodos. Por ello, y aunque las circunstancias actuales obligan, la petición de rigor deportivo pero sobre todo económico se hace esencial. No corren tiempos para hacer castillos en el aire y mucho menos para jugar. Rigor sí, especulación no.

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