Opinión

La dura travesía de Trevinca por el Picón

20190508190921723_result
photo_camera Vista del valle de La Baña, con las dos lagunas y las canteras que amenazan al mismo Picón.

En este mayo, cuando las nieves se retiran de las cumbres de las Trevincas dejando amplios neveros que dan un matiz al macizo que ya empieza a cubrirse del morado de los brezos, del amarillo de carqueixos y carpazos en contraste con el verdor, creo que es el mes más adecuado para emprender esta dura travesía, que suelo hacer cada dos años sin que jamás me fatigue la repetición del paisaje, por otro lado, siempre cambiante. En esta montañera por el corazón del macizo encontramos que se suaviza por la belleza de lo que vamos viendo: valles glaciares, lagunas del mismo origen, una vegetación florida.


La travesía


Es obvio que debemos situar un coche en la salida y otro en la llegada, pero a tenor de que se vaya en particular o colectivo, un microbús, por ejemplo, proseguir hasta La Baña y atravesar los valles por Encinedo hasta Truchas, Truchillas desde donde se asciende hasta el duro puerto de los Alamicos y luego se baja a la llanura sanabresa para recogernos en San Martín de Castañeda, que es lo que hacemos en cada travesía.

Comenzando en Fonte da Cova, que fue pista de esquí y con refugio del Club Peña Trevinca, ahora con hotelero complejo, nos vamos pista adelante en dirección sur, pasamos a la vera de una enorme escombrera de pizarra, en La Cabrita, que es cuando comenzamos a subir y luego, suavemente, viendo O Teixedal a derecha y prosiguiendo hasta ver la lagoa do Penedo donde se nutre el regato del mismo nombre que discurre por oTeixedal o Teixadal, pasamos en dura trepada por a Portillo de Morteira Cavada, con la Trevinca Norte y la Surbia a nuestra derecha, cuando avistas los dos lagos de la Baña a izquierda; si aún persistiese la nieve, precaución en la ladera precipitada, por lo que convendría llevar crampones. Pasada la ladera avistamos el circo del Tera, donde nace este río, con Trevinca y Pena Negra, bajamos lo más próximos a izquierda para acometer el espolón que nos llevará a ladera donde veremos las lagunas y las agresivas canteras de pizarra cuando nos acercamos a la laguna de los Patos, que presenta un nevero en su costado norte, a modo de vistoso murallón. El Picón emerge en dirección norte; podemos acercarnos a él o pasar por el crestón de los valles que dan a las tierras de La Baña que son de una belleza indescriptible con los derrubios glaciares. Aún es dado caminar por esos neveros compactados si acudimos en esta fecha, cuando cresteando es la laguna del Fueyo Grande o de Riopedro, muy somera y pequeña se nos ofrece. Desde aquí en dirección suroeste ascenderemos por sendero llevadero hasta los altos de Riopedro cuando conectamos con el camino que desde la laguna de Los Peces lleva al circo del Tera y a la misma Pena Trevinca en medio de un florido panorama de amarillentas retamas, morados brezos, atravesando alguna turbera para plantarnos encima de las dos lagunas, la de Cubillas, más somera que conecta con la más amplia de las Yeguas. El refugio del Club de Montaña de Zamora, sobre los lagos. Aquí pasaremos por un amontonamiento de pizarrosas lajas y ya, a tiro de piedra, la laguna de Los Peces. Pasado el mismo somero muro de la represada laguna, bajaremos a izquierda por el sendero que lleva al Cañón de la Forcadura, de una espectacularidad única desde su mirador. Se transita regular por estos senderos que nos dejan entre los carballos en el mismo Vigo de Sanabria, dividido en barrios, cuando giramos a derecha por el camino que nos dejará en San Martín de Castañeda, encima del lago glaciar más grande de la península, el de Sanabria o de San Martín o de Vilachica. Completando el periplo, que se podría abreviar si otro automóvil nos esperase en la laguna de Los Peces.

Te puede interesar