Opinión

Rafael Nadal, todo un ejemplo

La concesión del Premio Príncipe de Asturias al tenista Rafael Nadal ha sido acogido con especial satisfacción por los españoles, que ven en el mallorquín a un deportista ejemplar, precisamente como ha reconocido el jurado presidido por Juan Antonio Samaranch. En un mundo en el que el deporte se ha mercantilizado hasta extremos que rozan el absurdo y en el que no pocos de sus máximos referentes exhiben más veces de las admisibles conductas nada modélicas, este joven campeón de tan sólo 22 años ha demostrado dentro y fuera de la pista una madera especial a la hora de ganar y a la de perder, no ha vacilado nunca en elogiar cumplidamente a sus rivales y, en momentos como los actuales, tan poco complacientes para quienes se sienten españoles y lo proclaman con total legitimidad, Nadal no sólo reivindica esta condición sino que pasea la bandera nacional sin desafío pero con orgullo.


En lo que va de año, el flamante Premio Príncipe de Asturias ha ganado los grandes torneos de Wimbledon y Roland Garros, se ha convertido en el jugador número 1 del mundo y ha logrado la medalla de oro de tenis en la reciente Olimpiada de Pekín, en la que destacó además por su compañerismo, vitalidad y alegría, como demostró ya desde el mismo desfile inaugural. Como afirmaba ayer el gran Manolo Santana, Rafael Nadal es el rey del deporte español no ha habido otro y puede que no haya otro como él en la historia de nuestro deporte.


Felizmente, en este deportista sí pueden mirarse nuestros jóvenes para encontrar un ejemplo digno de ser seguido.


En Nadal hay trabajo, sacrificio, tenacidad. Y hay también esa alegría que invita a ser compartida y que parece mercancía escasa entre nuestra juventud. Un buen espejo en el que mirarse.


Te puede interesar