Opinión

114.000 ourensanos nos observan desde el exterior

Pues sí: 114.000 ourensanos y ourensanas residen fuera de nuestra provincia y de Galicia. Muchos de ellos son descencientes de segunda y tercera generación, y con doble nacionalidad. Entre ellos, mis tíos y primos carnales, residentes en Sao Paulo, donde llevan toda su vida (se fueron con 18 recién cumplidos y ya son octogenarios), y con sus empresas en varios sectores económicos. Otros, como Felipe Pousada, abogado y ourensano de Riós, de segunda generación, luchan en Sao Paulo, a través de la asociación de empresarios gallegos en Brasil, por no perder los vínculos con el día a día de nuestra provincia. Brasil es el tercer país con más ourensanos del mundo, concentrados mayoritariamente en la ciudad de Santos y el propio Sao Paulo. ¿Y de dónde son ellos? Pues mayoritariamente de A Limia y de Monterrei, de Xinzo, Celanova, Verín, Riós, A Gudiña, Barbadás, Ribadavia y la propia capital. 

Hace unas semanas, Felipe me envió un audio en el que me trasladaba que veían con regularidad a través de internet el programa “En Portada”, de Telemiño, donde tengo el placer de participar como tertuliano, y me sorprendió gratamente. En ese audio me trasladaba también que le diese los parabienes al “conductor del programa, el señor Nespereira”. Y que leían todos los días la web del periódico La Región, donde también tengo el honor de poder escribir semanalmente mi columna de opinión. Y eso me hizo contactar nuevamente con él y acordarme de mis parientes, a los que solo veo cada dos o tres veranos, y de pensar y reflexionar en una emigración que sigue viva a través de los hijos y nietos de nuestros emigrantes. Me sorprendió el nivel de información que tienen de Ourense y de Galicia. Y es que se leen todo, desde la primera hasta la última información publicada. Y por supuesto las esquelas... ley de vida. ¿Nos acordamos nosotros, los que vivimos aquí, de ellos? Pues mucho no, y hacer autocrítica en este tema creo que es de justicia. Y es que 114.000 ourensanos y ourensanos siguen pendientes de su tierra, de nuestros aciertos y desaciertos, de la actualidad en sus comarcas y pueblos. De si aún sigue abierta la ferretería y el bar donde tomaban su chupito de aguardiente de hierbas. Y por supuesto, si la pulpeira de las ferias subió el precio de la ración o aún sigue siendo el mismo que hace unos años. Y nos hacen puntualizaciones sobre nuestras carencias, y lo hacen desde la óptica de ourensanos que residen a miles de kilómetros de distancia. Como por ejemplo la falta de una proyección, modernización y divulgación de la imagen de Ourense como provincia. Pero reconocen el esfuerzo de la Diputación provincial en mejorar esas líneas de actuación. 

La emigración debería ser la punta de lanza de la internacionalización de nuestra política económica exterior, y quienes mejor nos podrían asesorar y ayudar. Y el Inorde, la mejor herramienta para ello. 

En conclusión, el amor a la tierra y la morriña derivan en un seguimiento como ni siquiera nos podemos imaginar, de todo lo que en nuestra provincia acontece. Por último un capítulo de fuerte agradecimiento al impresionante, y no reconocido suficientemente, esfuerzo titánico de difusión de La Región Internacional, la auténtica biblia informativa de todo emigrante durante muchos años y que aquí, como en muchas otras cosas, no hemos sabido darle el valor que ellos sí le dan. Un fuerte abrazo a todos y todas los que, de una manera u otra, nos seguís desde la distancia.

Te puede interesar