Opinión

Este domingo hay que ir a votar

Si, ya lo sé: domingo plenamente estival de sol y playa en plena segunda quincena de julio, macropuente de la festividad de Santiago Apóstol y fiestas en un sinfín de municipios. Todo ello regado con innumerables eventos veraniegos familiares de diversa índole. Pero aun así, este domingo tenemos la obligación de ir a depositar nuestro voto en urna, no hay otra. 

Tengo cristalino mi voto. El sanchismo, con todo lo nocivo que representa y el cual lo hemos padecido y sufrido en esta legislatura, ha sido únicamente un periodo de confrontación, libertinaje y filibusterismo político que no se puede ni debe repetir nuevamente en una España que debe avanzar y no retroceder en todos los parámetros, como así ha sido en estos últimos años. Basten dos pinceladas, una deuda pública estratosférica y una pérdida de poder adquisitivo de los españoles brutal. 

Todo ha sido un sinsentido en esta legislatura. Y para ejemplo de ello, el último Consejo de Ministros de la semana anterior, donde la única preocupación del bipartito en funciones no ha sido la de legislar en materia de protección de la propiedad privada, o en incentivos para los autónomos y microempresas por ponerles un ejemplo, no; el último Consejo de Ministros solo sirvió, una vez más, para tirar del pasado más doloroso de nuestro país: el comodin -eso siguen creyendo aún ellos- que han utilizado de manera reiterada en toda una legislatura diáfana de Franco. Y esta vez para “retirarle”, vía real decreto, la Medalla al Mérito en el Trabajo a una persona que ya ha fallecido hace cincuenta años y de la cual los españoles ya ni se acuerdan de quién fue este personaje del siglo anterior... patético lo de esta gente, y más todavía porque creen que esa es la manera de meter miedo a los españoles y lo único que produce es el efecto contrario, en fin. Esta es la España en blanco y negro a la cual nos quiere hacer retroceder en el túnel del tiempo el sanchismo con sus socios de la extrema izquierda radical. 

Y mi posicionamiento electoral es otro bien distinto. El de la España coherente y en color, la España innovadora, la España emprendedora, la moderna y alegre, la luchadora que crea futuro para todos y todas. La España de la seguridad jurídica y la del crecimiento económico. La de la recuperación de la España vacíada. Esa es la que quiero y en la que creo. 

Y el máximo exponente de esa España vaciada es mi provincia, Ourense. Por eso mismo a nuestros y nuestras representantes provinciales que salgan de las urnas este domingo les pido un plus de esfuerzo y reivindicación sin estridencias de nuestras necesidades. Un compromiso con la implantación, desarrollo y ejecución de los planes estratégicos comarcales como dinamizadores sociales, demográficos y económicos. Un apoyo sin paliativos a un plan estratégico de captación de nuevos inversores que conjuge a la vez el máximo respaldo al empresariado ourensano y a los polígonos industriales como motores económicos y creación de empleo estable y de calidad. O la colaboración necesaria para que la Ribeira Sacra sea el polo turístico definitivo para situar a Ourense en el mapa europeo. 

Una Ribeira Sacra que es una de las joyas de la corona de nuestro patrimonio arquitectónico ourensano. La cual, con la digitalización eficiente y eficaz de nuestros servicios turísticos, debe servir para potenciarla lo máximo posible. Por todo esto, y por mucho más, debemos ir votar este domingo. 

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