Opinión

El mercado de trabajo

Continuar el camino de las reformas es la principal conclusión que extraigo después de analizar el informe de 228 páginas de la Fundación FAES, presentado en este mes de julio. Documento que presenta una visión exhaustiva del mercado de trabajo europeo, aporta la experiencia de éxito del mercado de trabajo alemán durante la reciente crisis económica, y aborda problemas concretos del funcionamiento del mercado laboral español: la dualidad, el proceso de búsqueda de empleo, la negociación colectiva, la relación entre la retribución salarial y la formación en capital humano, las políticas activas de empleo y el modelo de empleo público.

No es casualidad, por lo tanto, que recientemente se haya publicado en el BOE el Real Decreto Ley -8/2014 de 4 de julio- que contiene un paquete de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia y que desgloso brevemente ya que creo que todos deberíamos conocerlas al ser el paro la principal preocupación de los ciudadanos de este país.

Una primera parte sería la regulación del Sistema Nacional de Garantía Juvenil en España y el procedimiento de atención a los beneficiarios del mismo con cuatro apartados propios: 1. Medidas de mejora de la intermediación 2. Medidas de mejora de la empleabilidad 3. Apoyo a la contratación 4. Fomento del emprendimiento.

Una segunda parte con un nuevo incentivo a la contratación indefinida: Tarifa joven, con una bonificación para la contratación indefinida de personas beneficiarias del Sistema Nacional de Garantía Juvenil, que implica para las empresas, incluidos autónomos y entidades de economía social, una bonificación mensual en la aportación empresarial a la cotización a la Seguridad Social de 300 euros durante un máximo de seis meses.

Un contrato para la formación y el aprendizaje en la que se mantiene la reducción del 100% de las cotizaciones para las empresas de menos de 250 trabajadores y del 75% para las de 250 o más trabajadores y la bonificación de hasta el 25% por la actividad formativa, que debe ser, como mínimo, del 25% el primer año y del 15% el segundo y tercer año.

En definitiva, medidas que deben derivar en el mercado laboral para contribuir a descenso del desempleo que presentaba en sus últimos registros en la comparativa intermensual y en la interanual en nuestro país un muy buen dato positivo al consolidar la creación de empleo, por lo que considero los datos esperanzadores e ilusionantes y que nos marcan las líneas que debemos seguir para disminuir en lo posible la tragedia del desempleo y lo que ello supone para las personas que lo sufren.

Por ello, defiendo la necesaria urgencia de aprobar cuanto antes el paquete de medidas de reactivación económica contenido en el real decreto 8/2014 que el Gobierno aprobó recientemente y que afecta a una veintena de leyes, que se modificarían con el único motivo de impulsar y consolidar una incipiente pero aun débil recuperación, por lo que finalizo con una pregunta-reflexión: ¿Se puede estar en desacuerdo con intentar sacar adelante los cambios necesarios para incentivar nuestra economía? Pienso que no, y una vez más espero que prime el interés general de la ciudadanía.

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