Opinión

Las nuevas ayudas al alquiler

El Plan de Vivienda 2013-2016 entra en vigor con mucho retraso, producido fundamentalmente por la firma de los acuerdos entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Fomento. Este plan pone fin a la promoción de VPO en propiedad, pero continuarán los subsidios a préstamos hipotecarios de planes anteriores y se activan nuevas ayudas al alquiler. Y al ser el arrendamiento de viviendas el principal motor del sector y del propio mercado de la vivienda, al representar el 75% de las operaciones efectuadas en este año, conviene recordar quiénes pueden ser los beneficiarios de las nuevas ayudas al alquiler, que son las personas físicas mayores de edad que reúnan los siguientes requisitos: ser titular o estar en condiciones de suscribir un contrato de arrendamiento de vivienda; que la vivienda arrendada sea la residencia habitual y permanente del arrendatario, y que tengan límites en los ingresos de las personas que tengan su domicilio habitual y permanente en la vivienda arrendada (consten o no como titulares del contrato de arrendamiento), según los parámetros establecidos.

Estos parámetros están condicionados a un límite de ingresos que ira en función del número de miembros de la recientemente bautizada como “unidad de convivencia” y que hace referencia al conjunto de personas que habitan en una vivienda de manera habitual y permanente, independientemente de la relación entre ellas.
También se legisla un límite a la renta por alquiler mensual, que debe ser igual o inferior a 600 euros alcanzando hasta el 40% de la renta del alquiler, con un límite de 2.400 euros anuales por vivienda, por un plazo máximo de 12 meses, prorrogable hasta el final del plan. Teniendo preferencia los sectores de población que tengan dificultades económicas y personas afectadas en los procedimientos de desahucios.

El fomento del alquiler es imprescindible en un contexto de desigualdad social, en el que además dos segmentos de población tan importantes y numerosos como son las personas menores de 35 años y el colectivo emigrante se han visto derivados al mercado de arrendamiento al ser estos segmentos de población los que disponen de menos tasa de ahorro y de una reducida financiación a la hora de poder disponer de una vivienda en propiedad.

Aun así, nuestro mercado de alquiler es aún débil, al suponer un 18% frente al 82% que supone el de la propiedad, mientras en la UE el mercado de la vivienda en alquiler representa el 38% frente al 62% de vivienda en propiedad.

Apoyar el mercado del alquiler como vía idónea para el acceso a la vivienda significa facilitar una vivienda digna a los sectores de población con menos recursos y contribuir a paliar los efectos de la movilidad laboral. Y esta línea de actuación debe incrementarse en esta década para garantizar el derecho constitucional de tener una vivienda digna y adecuada, y paliar la situación de personas y hogares con dificultades para acceder a una vivienda o para afrontar una hipoteca. Soluciones realistas para afrontar coyunturas difíciles y distintas.

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