Opinión

Prioridad: empleo de calidad y estable

El número de parados registrados en Galicia fue en diciembre de 251.918 personas, con un incremento de 3.286 parados más que el mes anterior. En el conjunto del Estado, el número de parados registrados se situó al finalizar 2014 en 4.447.711 personas, bajando en 253.627 desempleados en el conjunto del año pasado. Estos son los datos y ponen en relieve los miles de dramas familiares a la que los agentes económicos y sociales -entre los que me incluyo- debemos dar lucha sin tregua para poner fin a estos penosos datos, y sobre todo para que las personas que atraviesan están situación vuelvan a recuperar la dignidad personal que significa el valerse por sí mismo, económicamente hablando. Debemos priorizar la creación de empleo como clave fundamental para poder recuperar el equilibrio de nuestro sistema económico-social, e intentar acabar así con los desequilibrios y desigualdades sociales. 

Pero hay que decir que la inmensa mayoría de las personas que se están incorporando al mercado de trabajo están consiguiendo únicamente contratos temporales, ya que solo el 8% de los firmados en 2014 fueron indefinidos. Este es el reto, el crear puestos de trabajo estables y de calidad, que permitan a las familias recuperar su capacidad de consumo para que la rueda de la economía vuelva nuevamente a girar con estabilidad y solidez.

Se debe poner fin a la dualidad que se ha creado con los contratos temporales y fijos, que solo ha originado en realidad dos clases sociales: los que tienen empleo fijo y los que lo pierden constantemente. Si creamos un único contrato, fijo, estable y de calidad, estaremos ayudando con una base sólida a la emancipación de nuestros jóvenes y a dar estabilidad a nuestro mercado laboral.

El reciente informe “España 2018”, del Consejo Empresarial para la Competitividad, nos da pautas para dinamizar el empleo en España y hacer aflorar la economía sumergida, verdadera lacra esta última de nuestro sistema. También la CEOE emitió propuestas destinadas a favorecer el desarrollo de los servicios a la persona con medidas altamente eficaces en la creación de empleo, introduciendo una serie de desgravaciones y deducciones que posibilitarían que los servicios a la persona tengan el mismo coste de forma regulada que en la economía sumergida. Continuar en el camino de las reformas es vital y necesario, potenciando actuaciones como el proceso de búsqueda de empleo, la negociación colectiva, la relación entre la retribución salarial y la formación en capital humano, las políticas activas de empleo y el modelo de empleo público. Todas ellas apoyadas con medidas de mejora en la intermediación, contratación y el fomento del emprendimiento. Englobado en un marco de contratación que, en términos generales, manifiesta claramente que autoempleo y sector servicios son el motor económico en la nueva creación de puestos de trabajo, pero también que estos siguen siendo aún precarios e inestables, por lo que es necesario involucionar esta situación y que contribuya realmente al desapalancamiento de nuestra economía. Políticas de choque económicas, como suelo industrial público en régimen de cesión, permuta o alquiler con opción de compra, al servicio de nuevos emprendedor y pymes que favorezcan la creación de nuevo empleo, se hacen ahora inexcusables e ineludibles. Soluciones realistas para tiempos reales.

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