Opinión

La vivienda en el Debate del estado de la Autonomía

Después de los tres pilares básicos de cualquier sociedad -la justicia, la educación y la salud-, la vivienda y el empleo son los siguientes soportes que dignifican a cualquier persona. Y hoy me voy centrar en la vivienda en Galicia y en sus diversas propuestas por parte de las diferentes formaciones políticas con representación en el Parlamento gallego. 

Empiezo por el modelo de política de vivienda del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda y su anuncio de bajada de impuestos para la vivienda usada. Una noticia positiva que dejará el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en un 8%. Como también es positiva la planificación de poner en el mercado 1.900 viviendas públicas en arrendamiento, con su próxima construcción. Y que se verá reforzada por más de 3.000 viviendas de VPA puestas en el mercado por el sector privado, con una inversión de más de 200 millones de euros. Todo ello acompañado de la entrada en vigor, este mismo 16 de octubre, del decreto de flexibilización de la normativa de la reconversión de bajos vacíos en viviendas. Esta flexibilización para convertir bajos comerciales en viviendas permitirá aumentar la oferta residencial y bajar los precios de los alquileres. Eso sí, va a depender de la agilidad administrativa y burocrática de los ayuntamientos que esta medida tenga el retorno esperado, ya que los tiempos de espera de una licencia municipal siguen siendo aberrantes, con un tiempo medio de 12 meses de espera para su concesión en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia. 

Que se mantengan las bonificaciones de un 6% para la adquisición de vivienda en municipios poco poblados, que serían de un 5% para las rentas bajas y de un 3% para familias numerosas, menores de 36 anos, o personas con discapacidad y víctimas de violencia machista, es seguir una senda coherente en materia de vivienda. Como lo es también mantener los bonos de alquiler para jóvenes, y prolongar las ayudas de hasta 20.000 euros para adquisición de vivienda protegida. O los 15.000 euros para compra de un inmueble en cascos históricos para su rehabilitación. Y quiero destacar una de las líneas que más he apoyado, y defendido, en estos últimos tiempos: los avales del 20% para que nuestros jóvenes puedan afrontar el desembolso que supone la entrada de una vivienda por ese porcentaje que las entidades bancarias no financian. 

En definitiva, el presidente de la Xunta sí ha esbozado sus líneas de actuación, las cuales deberían ser un plan de choque a corto y medio plazo. Aunque queda pendiente el interrogante de cómo conseguir movilizar las más de 506.000 viviendas vacías que tenemos en Galicia. 

Y los modelos planteados por el BNG y el PSdeG son similares. Los primeros abogan por la movilización de la vivienda vacía, y concuerdo, pero no en la forma, que sería penalizando al propietario sin darle seguridad jurídica; así, no. Con el PsdeG, que quiere más viviendas de protección oficial, sí, también concuerdo, pero antes que modifiquen o supriman la fallida Ley de Vivienda actual. Y recordándoles a ambas formaciones políticas que la intervención del mercado de la vivienda nunca va ser la solución de nada, todo lo contrario. En definitiva, el papel lo sigue soportando todo para ambos partidos, en fin.

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