Opinión

Que si la alineación, que si aquella personal...

Que si el sistema, que si aquella personal o tapón ilegal... muchas pueden ser las cuestiones que diferencian cada partido. Tal era el caso.

Derbi, pabellón a tope y sentimientos a flor de piel. Sensaciones más cercanas que al fin y a la postre marcaron el desarrollo del partido. Cuestión de motivación. Cada equipo a su manera y tiempo. Para el COB de inicio y para el Breogán al final con lo que conlleva de trascendencia cada momento. En la viveza superó el conjunto ourensano el balance defensivo lucense y en la reacción rival mostró una tendencia a la dispersión que terminó por costarle el triunfo.

"El baloncesto tiene que ser diversión, pero cuando entra el miedo y la inseguridad todo cambia" (Pepu Hernandez). Así sucedió para lamento ourensano. La reacción visitante acabó provocando un destrozo táctico en los minutos clave que terminó por costarle el partido. Samb pudo ser el ejecutor pero fue la igualdad la que provocó esa desazón dentro y fuera de la cancha. Los finales igualados son siempre sinónimo de lamento ourensano.

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