Opinión

Doong, doong

"Practicar solo es difícil", explicaba Oscar Smith -lo más parecido a Stephen Curry en el baloncesto FIBA de los años 80 y 90- de sus prácticas, en solitario, en su esfuerzo por recuperarse de una lesión. "Es bueno si anotas porque la pelota vuelve a tú mano". Pero, continuaba, "si fallas...doong, doong, doong...-sonido de una pelota golpeando el aro y rodando hacia otra parte-, es duro". Si lo es en la preparación, más lo es, y no es de mucho imaginar, esa última canasta de partido (buzzer beater) sobre la bocina. Es la magia propia del baloncesto -"última canasta"; interesante documental sobre Tony Parker-.

Efectiva en cuanto a resultado, para disgusto, en este caso, de Melilla y Morón, que erraron en su lanzamientos "ganando" a la bocina y satisfacción de los seguidores del COB. Que así lo celebraron, tras un partido, ante Morón, igualado, pero con el conjunto ourensano prácticamente siempre por delante en el electrónico.

Endereza/orienta, el COB, a modo y semejanza de lo ocurrido en la primera vuelta, este periodo llano de la competición del mejor modo y con las expectativas de mejorar de cara la parte más abrupta.

A partir de la conexión que formaron en el juego interior Seydou Aboubacar, su fichaje era más una necesidad que un lujo y sus "intangibles" obligaran a cambiar estrategias y planes a sus rivales, más la eficacia, que no tanto las certezas, de Darius Carter, con la dirección de Javi Marín, y a la espera de refuerzos por llegar, le permite al entrenador Armando Gómez ir ordenando, equilibrando, piezas y equipo.

Poco a poco el conjunto ourensano parece ir dando pasos en la buena dirección o al menos en alguna dirección. Lo que tampoco es mala cosa. En su justa medida hay algo en este COB de ahora -del sábado- del baloncesto de siempre: equilibrio -35 puntos los exteriores por 33 los interiores en el encuentro disputado en el pabellón de Os Remedios-.

Es de desear que lo visto ante un buen Morón sea el esbozo de un patrón de juego y tenga la continuidad precisa para seguir en la zona alta de la clasificación ypeleando por el objetivo inexcusable de este equipo: la primera plaza de una liga regular a la que todavía le queda la mitad de la película por contar.

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