Muchos son los estudios sobre la eclosión de la canasta de tres puntos y cuales son las claves para una ejecución lo más perfecta posible. "El tiro de Mickey Mouse" para Lou Carnesseca. Y que para, en su ejecución, los píes deben de estar separados, en paralelo y a la misma distancia que los hombros, flexionar las rodillas hasta formar un ángulo de 45 grados, el balón debe girar sobre sí mismo... practicar, practicar y practicar. Aunque un compañero de asiento en el Pazo suele decir que hay mucho tabú en ello y recurre a los estudios del doctor Bernardo solapando todo lo apuntado con su imaginativo estudio: "tira como quieras, pero... ¡métela!
Y así fue. Mira que tira de manera rara Connor Wood, pero las metió. No es tampoco de los más decididos en esta suerte Óscar Alvardo, pero también hizo el suyo, que fue el definitivo.
"He oído que pintas casas" todo un clásico en la historia cinematográfica de Robert De Niro (Frank "el Irlandés" Sheeran) y del "trabajito" que sobre la pizarra "pintó" Garcia de Vitoria se encargó Oscar Alvarado.
La consideración de Carnesecca o un trabajo publicado en Solobasket lo suficiente explicativo por su título "Felicidio, el abuso del tiro de tres en los hombres grandes". Aquí incluiríamos dos anexos: el dicho por un tal Phil Jackson "Porzingis tal vez resulte muy alto para el baloncesto" o "que un pívot sea la franquicia del equipo se ha convertido en una utopía".
