Cosas que no convienen | Los que hacen daño al bosque

Publicado: 06 abr 2025 - 05:25

Cosas que no convienen | Los que hacen daño al bosque
Cosas que no convienen | Los que hacen daño al bosque | @txarka.ilustracion
  • Los de la escopeta. El ser humano no ha comprendido aún que comparte planeta con criaturas sintientes. No le basta con acorralarlas con cercados y carreteras, envenenar tierras y aguas y descuajeringar la cadena trófica. Además, permite que unos justicieros iletrados tengan carta blanca para matar animales. Esto no es propio de una sociedad avanzada moralmente. Los señoros de la cacería deberían ser extinguidos.
  • La plaga del enduro. Hay quien va “al campo” a buscar adrenalina, a reventar los senderos naturales y a llenar la sagrada paz de un ruido infame. Esas motos y esos ridículos quads son una muy mala noticia para el bosque. Son ruido y abuso. Y el ruido y el abuso se tienen que acabar.
  • El lobby de la granja. En las costuras de la habitación humana están las granjas, medio escondidas de todo, para ocultar lo que allí dentro pasa, que en realidad son campos de engorde y exterminio. Algún día entenderemos que esta auschwitzitación de los animales es una condena a nosotros mismos. Eso, si queda planeta, claro.
Cosas que no convienen | Los que hacen daño al bosque
Cosas que no convienen | Los que hacen daño al bosque | @txarka.ilustracion
  • El setista abusador. Que no usa cestas, sino espuertas y arrasa con todo. Su avaricia compromete al micelio, esa red neuronal que comparten árboles y hongos.
  • Los que corren. Y no porque corran, sino por sus competiciones absurdas campo a través. Siempre dejan sus cintas de plástico agarradas de los árboles y no se preocupan en venir a recogerlas. El bosque no es un parque de juegos.
  • El paisano contaminador. El pesticida y el herbicida de ese señor respetable que paga sus impuestos y juega al dominó se filtra a los suelos y a las aguas. Si no es capaz de desbrozar por sí mismo, que pague a alguien y se deje de venenos. Este es un especimen verdaderamente peligroso. Conviene su aislamiento social.
  • El talador irresponsable. Los antiguos sabían que los robles centenarios no se podían cortar. Que la leña se hacía de ejemplares adultos pero no añosos, dejando que el bosque fuese como una familia en movimiento. Como ninguna ley lo impide, cualquier maderista de pueblo puede arrasar con los ejemplares viejos y terminar con cientos de años y sabiduría en unas pocas horas.
  • Los del escombro. Cada aldea tiene su escombrera secreta para arrojar la reforma de un baño o la tele de la abuela. Para quien tiene basura en la cabeza, cualquier sitio es un basurero.
  • El plantador de extranjeros. Quien ha arrancado árboles autóctonos por un monocultivo de pino o eucalipto debería ser replantado a su vez en otro planeta.
  • Los de los cohetes. La estúpida costumbre de festejar con pólvora estresa a los animales del bosque, a los animales domesticados y a los humanos cuerdos. Fuera el petardeador histérico.

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