Opinión

CARTA PASTORAL CON MOTIVO DEL AÑO DE LA FE

Con motivo del Año de la Fe, el obispo de Ourense, monseñor Leonardo Lemos Montanet, en su carta pastoral publicada en edición bilingüe se dirige a sus diocesanos para expresarnos su deseo de que seamos encarnaciones vivientes y reverberos de Jesucristo, revistiéndonos de quien nos vivifica a todos los que formamos parte de la Iglesia diocesana de Ourense. Después de leerla y meditarla he llegado a la conclusión de que se trata de una pastoral nueva, tanto en el fondo como en la forma, y distinta de todo lo que estamos acostumbrados a ver hasta la fecha en esta clase de documentos, que no son más que el estudio teórico de un punto muy concreto, sin contextualizarlo y sin tener en cuenta el marco histórico en el que nace ni el cauce por el que discurre nuestra existencia. En la carta pastoral nos hace una llamada a una auténtica renovación en los distintos campos pastorales. Quiere ser la expresión de un deseo profundo por el fortalecimiento y la difusión del bien y de la belleza de la fe en el Crucificado. Define el acto de la fe de un modo magistral, tanto en el aspecto objetivo como en el subjetivo o vivencial.


A continuación describe el marco en el cual nace la propia carta, diciendo que en España no estamos atentos a vivir los signos de los tiempos. Vivimos en un país y en una sociedad en los que las modas e incluso el pensamiento son acontecimientos casi instantáneos que, apenas incorporados a nuestro modo de pensar y de actuar, ya quedan anticuados. En poco tiempo España se ha convertido en el país menos creyente de Europa y pasamos a ser campeones en el consumo de drogas y en el número de abortos, y con un alto grado de corrupción en el campo de la administración pública. España, y más en concreto Ourense, es un pueblo que sigue asistiendo a romerías y procesiones, pero vivimos una fe débil y sin comprometernos con aquello que decimos que creemos. Vivimos en una sociedad en la que el significado de Dios se ha convertido en un pacto social. Hace años que estamos viviendo una existencia sin Dios. Asistimos a la negación práctica de Dios.


Ante esto, nuestro pastor quiere que la Iglesia diocesana busque espacios para fortalecer la fe a través de las parroquias y de las actividades apostólicas, para inculturar la fe heredada de nuestros mayores. La presencia de los jóvenes en nuestras parroquias es escasa, y viven inmersos en una sociedad en la que priva la cultura de la imagen y el hedonismo creciente de la vida, como nos lo muestran los medios de comunicación. El pastor de nuestras almas nos convoca a una nueva evangelización en la familia, la parroquia, la educación, la catequesis y los nuevos areópagos, junto con las nuevas instituciones que se van a crear en la diócesis en el transcurso de este año de la fe. Los protagonistas de esta Nueva Evangelización son los sacerdotes, las religiosas y los religiosos, los seminaristas y los laicos. En esta nueva evangelización destaca de un modo especial el papel de la mujer.


Remata la carta pastoral dirigiéndose a la Virgen María bajo la advocación de Santa María Nai, copatrona de la diócesis junto con San Martín, para que ella nos ayude a ofertar nuevos cauces de la fe y para vivificar los que tenemos por estar un tanto desfasados.


Sólo me queda darle las más expresivas gracias por esta pastoral que acaba de regalarnos, y que pronto nos siga enriqueciendo con nuevas aportaciones pastorales. Estoy seguro de que el clero de Ourense espera ansioso que se abran nuevos cauces para comunicar la fe.

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