Los mayos comenzaron siendo cultos religiosos de salutación a la primavera, al amor y al renacer del mundo vegetal; ritos con los que la gente festeja la muerte del invierno y el resurgir de la primavera. Son actos de culto a la tierra, fitolátricos; fiestas dedicadas al árbol de mayo. Para los antiguos, el árbol era una señal, un signo y un símbolo tangible de la fuerza vital que late en la naturaleza. Los pueblos antiguos veían en el árbol una manifestación de la vida divina. Para festejar el árbol daban los siguientes pasos: una vez elegido lo talan, lo llevan al pueblo y lo levantan en la plaza pública o a la puerta del templo, cantando y danzando en su entorno. Esto lo hacían porque creían que el árbol era morada de los espíritus. Traían el árbol convencidos de que así obtendrían la protección de los espíritus de la vegetación. Creían también que la fecundidad de la tierra, de la vegetación, de los animales y de todo el mundo femenino se la otorgaban estos espíritus benefactores. Estaban convencidos de que si no hacían estos ritos mágicos la vegetación no renacía. Con el mayo, árbol fálico, portador de vida, lleno de savia nueva, estaban seguros de que traían al pueblo nueva vitalidad. En el árbol de mayo se daba una muerte y una resurrección del mundo vegetal, pues talaban el árbol, lo que significa la muerte, y lo levantaban en la plaza pública, lo que significaba una resurrección. Con estos ritos y cultos fitolátricos festejaban la regeneración material y espiritual de las comunidades campesinas y ganaderas, y se insertaban en el ciclo de la renovación cósmica personificada y simbolizada en la primavera.
En la actualidad, la fiesta de los mayos ha perdido todo el simbolismo religioso y quedó convertida en un mero pretexto para hacer arte popular, como podemos ver en las múltiples representaciones que campean en las calles de nuestras villas y ciudades, y en las coplas con las que satirizan la vida de la comunidad, cantando estrofas alusivas a los eventos acaecidos a lo largo del año. Se trata de una fiesta en la que se critica la vida del pueblo en el plano individual y social. Hoy, en los mayos el pueblo sólo admira la creatividad y la plasticidad. Los motivos de los mayos están copiados del mundo campesino y ganadero, y son sólo motivos puramente estéticos, artísticos y culturales, manifestaciones figurativas, representaciones plásticas, artísticas y simbólicas de lo más entrañable de nuestras vidas. Son figuras ornamentadas con flores, ramas, musgo y bugallos. Hay mayos figurativos o enxebres, aquellos que son una imitación del Monte Alegre; mayos humanos y mayos artísticos, éstos son un disparate.
