Opinión

LA PROCESIÓN DEL CORPUS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

La procesión del Corpus se celebraba a principios del siglo XX con gran esplendor. Contribuían a ello todas las clases sociales con sus representaciones: el Concejo y las cofradías gremiales con las imágenes de sus patronos, y un gran número de campesinos de la provincia, del resto de Galicia y del norte de Portugal que acudían a Ourense para asistir a esta singular manifestación de adoración a Jesús Sacramentado. La procesión después de la misa de pontifical salía por la puerta norte de la catedral. Al frente, abriendo el paso, iba la cruz de plata sobredorada atribuida al orfebre Enrique de Arfe. A continuación iban las imágenes gremiales. La de San Miguel, titular de los oficios de construcción, en cuyo acompañamiento figuraba el gaitero de Sejalvo, y los menestrales del gremio. El gremio de los carpinteros recogía en la parroquia de Santo Domingo a su patrono San José, acompañándolo hasta la catedral, para figurar en el desfile procesional con todos los artistas de la madera, quienes al final se reunían en un vino de hermandad. Le seguía el gremio de los mercaderes y de los alfayates, con estandartes y cruz procesional, hermosa pieza plateresca de plata de finales del siglo XVI. Iban presididos por la imagen de Santa María Madre conducida por cuatro cofrades. También figuraba en esta procesión un Niño Jesús llevado por infantes. Esta imagen era recogida en la casa de los marqueses de Leis. Hoy está en una de las capillas de la catedral.


Asistía también la archicofradía del Santísimo Sacramento, que tenía su sede en la catedral, con su estandarte que hoy está en el museo. Era obligación de los cofrades la asistencia al acto. La cofradía data del siglo XVII y subsistió hasta hace pocos años, en que desapareció como otras más, no sabemos por qué motivos. Tan sólo se conservan hoy las cofradías de Santa María Madre y de la Santa Resurrección, modificada.


La hermosa custodia con la sagrada forma era portada a hombros de sacerdotes y rodeada por todo el clero y por el cabildo, que presidía el obispo. Seguidamente marchaba la Corporación Municipal bajo mazas y demás autoridades.


El itinerario de esta procesión era por la calle de Lepanto, alfombrada de 'fiollo'; seguía por la Plaza del Hierro, Calle de la Paz, Instituto y Plaza Mayor. Aquí se detenía y era colocada la custodia en un altar situado ante el antiguo Palacio Episcopal, hoy Museo Arqueológico. La capilla de música con orquesta entonaba un motete. Continuaba luego la procesión por la calle del obispo Carrascosa, Puente de los Cueros, Hernán Cortes, Cisneros para retornar a la catedral por la puerta sur.


Después quedaba expuesto el Santísimo hasta últimas horas de la tarde. Así era la procesión en los primeros años del siglo XX.


Había una gran participación del pueblo atraído por los gremios.


Sería de desear que ahora, a principios del siglo XXI, volviera a participar todo el pueblo de Ourense en esta gran fiesta de Jesús Sacramentado.

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