Opinión

Podemos sumar (o restar)

A estas alturas, cualquier cosa que haga Yolanda Díaz merece titulares periodísticos, especulaciones, esperanzas o, claro, ataques. Simplemente anunciando que el lema de su proceso “de escucha” a la sociedad se llamará “Sumar”, ha ganado más espacio en los medios que la aprobación de cualquier importante proyecto de ley.

La política, y sobre todo la española, vive de imagen, de proyectos inconcretos -y Sumar, de momento, lo es-, más de gestos que de programas -y Sumar, por ahora, no lo tiene, al menos conocido-. Sin embargo, de lo que pueda derivar de este foro de la señora Díaz, que sigue siendo la figura política más atractiva, al menos para los sondeados por el CIS, dependerá quizá el fin de esta Legislatura y quién pueda formar gobierno en la próxima.

Creo que hay que prestar mucha atención a los esfuerzos de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, que desarrolla una buena labor en el Gobierno y, desde luego, derrocha prudencia verbal mientras algunos de quienes teóricamente son sus aliados en Unidas Podemos se debilitan en busca de titulares que ofrezcan la sensación de que las dos ministras y sus seguidores están haciendo algo en la vida pública española. Y, si no, dígame usted si entiende la polémica que han montado a cuenta de la abolición de la prostitución, objetivo deseable, pero quizá irrealista, cuando lo sensato hubiese sido centrarse en la lucha común contra el proxenetismo. Pero en fin.

Yo creo que Yolanda Díaz ya no suma con Podemos, que es un espacio cada vez más en retroceso, mal dirigido y pilotado por control remoto por alguien oficialmente retirado de la política, como Pablo Iglesias. El proyecto Suma contará con figuras más o menos estimables dispersas por la geografía política española, empezando por Más País de Errejón, creo que incompatible con los restos “morados”, que anuncian su naufragio ya en las próximas elecciones andaluzas, tras el espectáculo dado a la hora de presentar candidaturas. El 20-J, día siguiente a las urnas, será el momento en el que Sumar se ponga en marcha y, presumiblemente, Podemos se dedique a lamer sus heridas. Y a culpar con sordina a la señora Díaz de sus malos resultados.

Seguramente, el secarral político español necesita un proyecto como Sumar. Como acicate a un PSOE desgastado por el Gobierno -que ha opacado a un partido dirigido por gente con nula proyección pública- y sin ideas renovadoras en el espacio de la izquierda. Pero ¿qué es, qué va a ser, Sumar? ¿Un foro transversal, no dogmático? Hay quien asegura que los socialistas necesitan que exista un espacio razonable a su izquierda -Unidas Podemos ya no lo es- para luego pactar con él la gobernación del país.

Personalmente, creo que lo que el PSOE desgastado y átono con dirigentes como Adriana Lastra o Santos Cerdán, necesita a alguien como Yolanda Díaz en sus filas, independientemente de los intereses electorales más puntuales. Me consta que hay en las filas del PSOE más lúcido quien lo desearía: hay que sacudir el viejo partido fundado por Pablo Iglesias Posse. ¿Es ese el propósito o seguimos en la sopa de siglas en busca de un mínimo espacio en el hemiciclo de la Cámara Baja?

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