Opinión

Ni media tontería

Vuelve Podemos por donde solía a pesar de su juventud. Cuando la Comunidad de Madrid se enfrenta a su mayor crisis política desde el ’tamayazo’, que impidió que una coalición de PSOE e IU reeditara el Gobierno de la región y que se forzaran que se repitieran las elecciones autonómicas que dieron la victoria a Esperanza Aguirre, y cuando el “mastergate” que protagoniza Cristina Cifuentes está a punto de acabar con su vida política, Podemos en Madrid se encuentra nuevamente a la greña, con tres sectores enfrentados, los pablistas, los errejonista y los anitcapitalistas. Y eso que Izquierda Unida todavía no ha dicho nada.

Desde la dirección nacional representada en Madrid por Ramón Espinar, pablista convencido, se anima al defenestrado Íñigo Errejón, a que presente ya su candidatura a la presidencia autonómica para ir calentando motores y el ambiente. Con buen criterio Errejón considera que si va a ser candidato tiene que contar con su equipo en el que se ha comprometido a integrar a miembros de las otras dos corrientes. Pero unas normas ad hoc dicen que en Madrid las primarias se desarrollaran en dos fases, una para elegir al líder y otra para la elaboración de las candidaturas. La queja de Errejón por un procedimiento que no se ha seguido en el partido en otras ocasiones Ha sido respondida por Pablo Iglesias con un “ni media tontería con cuestiones internas”. Si la izquierda no estuviera enredada en su propio laberinto y en cuestiones reglamentarias no sería la izquierda nacional, bastante cainita, por cierto, y que no sabe caminar sino es mirando de soslayo a los propios compañeros de viaje.

Errejón, que se conforma con el premio de consolación de Madrid tras haber perdido el congreso de Vistalegre II y vivir una época de ostracismo en el Hemiciclo, hará un ejercicio de buenismo y acabará aceptando las normas que le viene impuestas. Pero no será un paseo militar porque su candidatura a la primarias, seguramente cuente con el contrapunto de la presentada por Lorena Ruiz-Huertas la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid y la candidata del sector anticapitalista, fuerte en la región.

O sea, que cuando Madrid está a punto de sufrir un cambio radical, que puede devolver el gobierno de la región a la izquierda -pero sin su participación, por exigencia de Ciudadanos-, en el caso de que la moción de censura llegue a concretarse,  Podemos no solo se lanza el primero a la carrera electoral de dentro de un año sino que lo hace mostrando sus vergüenzas y sus problema internos, que es lo que más castigan los electores. Además no se olvida que Íñigo Errejón protagonizó uno de los primeros problemas de Podemos con la ética con  la conocida como ‘beca black en la Universidad de Málaga que le mantiene inhabilitado.  

Mucho tendrá que mejorar Podemos para mantenerse como tercera fuerza política en Madrid, porque las últimas encuestas la sitúan en el cuarto lugar y sin posibilidades de que la izquierda sume la mayoría absoluta, lo que si estaría más cerca con un PSOE en ascenso y la suma de los escaños con Ciudadanos. O puede que al revés. Mientras, el PP se debate entre mantener el apoyo cerrado a Cristina Cifuentes, que se ha ido diluyendo en los últimos días o la designación de un sucesor que evite la moción de censura.

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