Opinión

Cuando Lola Flores vino a Ourense a estrenar “El balcón de la Luna”

Al cumplirse el centenario de Lola Flores se está recordando su vida en diversas facetas. Una de ellas está relacionada con su estancia en Ourense en 1963, cuando vino con Paquita Rico y Carmen Sevilla, acompañadas del productor Cesáreo González, a estrenar aquella famosa película que, por primera y única vez, reunió a las tres artistas en la película “El balcón de la Luna”, que estos días se está reponiendo en las televisiones. El estreno tuvo lugar en el Coliseo Xesteira, que entonces era la sala mejor dotada de la ciudad. En Ourense, aquella premier fue todo un acontecimiento social del que La Región dio cumplida noticia. Por lo visto, el famoso productor estaba encariñado con nuestra ciudad y quiso que el estreno tuviera lugar aquí. Cesáreo González tenía un famoso chalé en Panxón con su propia leyenda. Conocí el lugar muchos años después. De esa leyenda con respecto a las que pasaron por allí para iniciar su carrera artística contaré algo otro día.

De las tres artistas solo sobrevive Carmen Sevilla, ya que Paquita Rico falleció a los 87 años, en 2017, en su Sevilla natal, y Lola, en 1995. Cuando hicieron la famosa película, La Faraona ya cumpliera los 39, y sus compañeras la treintena. “El balcón de la luna” era el nombre de la sala de variedades en la que trabajaban tres jóvenes artistas y la película cuenta sus avatares amorosos y profesionales. Lo más interesante es el repertorio de canciones que se cantan, como “El Beso” o “A tu vera”, que entonces hacían furor. Las tres protagonistas se llamaban en el filme Charo, Cora y Pili. La película nos cuenta los tres distintos destinos que sufren las tres a lo largo de los que serán sus últimos meses en el local. Una curiosa anécdota del cartel de “El balcón de la luna” es que, para evitar roces entre las tres estrellas, en lugar de colocar los nombre uno tras otro, los presentaron en forma de estrella, de suerte que todas eran iguales, y ninguna la primera. De los diversos actores conocí a dos, además de a Carmen Sevilla, con la que coincidí en un restaurante de Vigo, a Guillermo Marín, que hacía de novio de Lola Flores, y a quien entrevisté en Castrelos, de Vigo, cuando vino a representar un clásico. Gran tipo, que solía hacer de malo, pero no en este caso.

También conocí a personas que trataron mucho a Cesáreo González, interesante personaje. Como se sabe era vigués, por eso las películas de Suevia films empezaban siempre con la bandera del puerto de Vigo ondeando desde A Guía. “El balcón de la luna” se rodó en 1962 y fue una de sus últimas películas, ya que fallecería seis años más tarde. Cesáreo era propietario de un famoso hotel en la Puerta del Sol de Vigo, donde alguna vez celebró una gran gala de su productora. En dicho hotel se alojó largo tiempo Eduardo Blanco Amor, cuando estaba en Vigo, ya que el director del mismo era un profundo admirador de su obra y le cobraba una cantidad simbólica.

Pero volviendo al estreno de la película citada, se buscó la sala de mejor aforo y medios técnicos para la premier. De los cines de entonces (Avenida, Mary, Principal, Losada, Xesteira y Puente) se prefirió al Xesteira porque al ser un acto social venía bien sus balconadas, lo que desplazó al viejo Losada, que también las tenía y era más céntrico. Para quienes pasamos tantos buenos ratos allí, ya fuera en butaca o en las plantas superiores, fue una triste noticia el cierre de esta sala en diciembre del 2000. Era un cine amplio, con capacidad para 1.130 espectadores. Fue inaugurado en 1941 y, además de sala de cine, su amplio escenario servía para festivales cara al público. Yo mismo participé en alguno. Fue una de las últimas salas gestionadas por la empresa Fraga. Los costes de mantenimiento dada su amplitud y la reducción de los espectadores hicieron imposible su existencia. Estuve allí una vez cuando lo reconvirtieron en una especie de cafetería y sala de fiestas o lo que fuera, pero me dio tanta pena que nunca más volví. Prefiero recordarlo como el gran cine que fue. Pero muchos ourensanos recuerdan aquel lejano día en que fue el gran escaparate del cine español de la época.

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