Opinión

Etarras en las listas de Bildu, un aliado del Gobierno

Se creía que las palabras que pronuncia públicamente los hombres, como sonidos que son, circulan indefinidamente en el espacio y se recogen en una gran bóveda celeste. En una de esas cámaras se conservarán aquello que dijo uno desde la tribuna del Congreso de los Diputados: “Si para llegar a la Moncloa tuviera que elegir entre pactar con independentistas o mis principios, elijo mis principios”. Y aún después precisaría en un debate público: “No es no, y nunca es nunca. ¿Quiere que se lo repita?” (se refería a pactar con Bildu) y una de sus subalternas precisó: “Pactar con Bildu es una línea roja intraspasable. Y los socialistas somos de fiar”. Claro que vimos a la bachiller Adriana Lastra sentarse a negociar con el considerado brazo político de ETA, e incluso su camarada Idoa Mendía, secretaria general del PSE se retrató en amable camaradería con el ex etarra y dirigente de Batasuna, Bildu y otras marcas, Arnaldo Otegi, en alegre cocina haciendo juntos un marmitaco. “No es no y nunca es nunca”. Está claro.

La presencia de miembros de ETA, condenados por actos de terrorismo o colaboración con banda armada en las listas de Bildu para las próximas elecciones, es una cosa lógica. Muy lógica. No en vano el ex presidente Zapatero pregona que valió la pena admitir que los representantes del tiro en la nunca cambiaran el terror que practicaban por asiento en las instituciones democráticas como uno más. En ese proceso tuvo mucho que ver quien hoy preside el Tribunal Constitucional, no en vano, cuando detuvieron a Otegi este replicó: “¿Lo sabe el fiscal general del Estado?”. Así que avanzamos. Y mientras el Gobierno calla ante la eclosión electoral de Bildu, la camarada Irene Montero dice que este partido democrático, amparado por la Constitución, hace bien en hacer las listas a su acomodo. El actual consocio de la mayoría de Gobierno progresista Bildu es una marca evolucionada de los diversos nombres de la izquierda abertzale a lo largo de la historia, pero sus objetivos son los mismos que los de ETA. ¿O es que son otros? No sólo no ha condenado los crímenes de la matriz, sino que considera que sus pistoleros eran gudaris de la patria vasca, cuyo reconocimiento como héroes y víctimas del franquismo reclama para sus caídos o presos. Ha conseguido que estén todos juntos y el objetivo es su liberación cuanto antes.

Conviene recordar ahora, y conviene porque la doctrina y objetivos son los mismos, que cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en junio de 2007, (TEDH) consideró correcta la ilegalización de Batasuna se destacó que era “necesidad social imperiosa” con la finalidad de proteger la democracia, por lo que confirmó en todo su sentido las sentencias del Tribunal Supremo y del Constitucional en aplicación de la Ley de Partidos Políticos. Y no se trata sólo de que los partidos anteriores a Bildu no condenaban los atentados de ETA, sino porque las citadas formaciones incurrieron en “una pluralidad de actos y de comportamientos, graves y reiterados, que concluyeron en un compromiso con el terror y contra la coexistencia organizada en el marco de un Estado democrático”. ¿Es que ha cambiado algo, cuando el propio Otegi dice públicamente que, para conseguir la independencia de Euskadi, primero hay que destruir España?

Cabe recordar ahora que Bildu es un leal aliado del doctor Pedro Sánchez, con la misma actitud que sus antecesores, y que aquella histórica sentencia precisaba que “el comportamiento de los políticos engloba de ordinario no sólo sus acciones o discursos, sino igualmente, en ciertas circunstancias, sus omisiones o silencios, que pueden equivaler a tomas de posición y hablar más incluso que toda acción de apoyo expreso”. O sea, lo mismo. Pero nos advirtieron que los lazos entre ETA y Batasuna era “objetivamente una amenaza para la democracia”. ¿Y qué decir de presentar ahora a los etarras en sus listas de modo natural? ¿Acaso, siendo los mismos sus objetivos, y sin condenar sus actos, del mismo modo que Batasuna no responde Bildu a la estrategia de ETA? Cabe recordar el certero juicio del ex juez Baltasar Garzón quien entonces dijo: “Resulta difícil transmitir el verdadero alcance de todo lo que es el entorno de ETA, pero poco a poco se ha ido transmitiendo y consolidando una evidencia que existía desde hacía muchos años. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, es decir, la máxima instancia de protección de derechos y garantías fundamentales, ha dicho que lo que aquí se ha hecho respeta esos parámetros y transmite a los ciudadanos europeos que ETA no son sólo aquellos que están en la vanguardia armada sino todo el entorno sin el cual la organización no sería ni lo que es ni podría serlo”. 

Te puede interesar