Como se sabe, el 26 de julio de 2017, por unanimidad, la corporación provincial de Ourense (la propuesta fue presentada por el PSOE y secundada de forma unánime por los diputados del resto de los grupos: PP, Democracia Ourensana y BNG) retiraba a Francisco Franco (sabe Dios qué fue de la medalla misma) la primera medalla de la provincia (en aplicación de la Ley de la Memoria histórica de Zapatero) que le fuera impuesta el 1 de julio de 1957, aprovechando su venida por aquí con ocasión de la inauguración de la tan esperada línea de ferrocarril entre Zamora y Ourense. Había cubierto el trayecto Puebla de Sanabria-Ourense en compañía de su mujer, Carmen Polo, en medio del “fervor popular”, como se decía entonces, pero ha llegado a mis manos un valioso documento de aquella fecha en el que aparecen diversos personajes del Ourense de aquel tiempo. Se trata del “NoDo” de 8 de julio de 1957, número 757 de la época XV.
El documento no tiene desperdicio: se ve el recibimiento de Franco a lo largo del trayecto, los obsequios que le son entregados y su llegada a Ourense. Franco y su séquito hacen un triunfal recorrido entre aplausos de la población por el centro de Ourense hasta la Diputación, donde le será impuesta la famosa medalla y pronunciará un discurso con los tópicos habituales. Hay otros “Nodos” interesantes de las escasas venidas de Franco por aquí. No en vano, en el cómputo general de su larga estancia en el poder, Ourense figura entre las ciudades donde menos se prodigó su presencia, según el referido documental.
El primero que consta es el número 352 de 30 de octubre de 1949, VIII época, en el que aparece inaugurando el sanatorio de Piñor y el embalse de Las Conchas. Generalmente, esta parte del documental iba al final o al inicio del noticiario bajo el título general de “Franco en Galicia”, aunque también en otros aparecía pescando. En este Nodo de 1949 es un Franco en apogeo, calzado con aquellas características botas de montar de caña alta.
Otro Nodo curioso de Franco en Ourense es el número 561 de la temporada XI; el 5 de octubre de 1953, en el que Franco aparece con un joven Angel Temiño, obispo de Ourense, inaugurando el Seminario. El locutor del documental, quizá porque estaba mal en el guion, se equivoca y llama “Tomiño” al burgalés Temiño. La secuencia de aquella Iglesia anterior al Concilio Vaticano II es muy expresiva, con seminaristas y clero diverso aplaudiendo a Franco con fervor y la inevitable referencia a los favores que el régimen hace a la Iglesia. Franco entra bajo palio, se celebra un Tedéum, y el cronista dice que 600 seminaristas aclaman al caudillo, quien pronuncia un discurso donde se refiere al concordato con la Santa Sede y al futuro esplendoroso que la espera a la Iglesia católica. Luego es despedido con el mismo entusiasmo entre los que destacan los jerarcas del régimen en Ourense y las camisas azules.
En su habitual crónica de las inauguraciones de embalses, también el Nodo recuerda otra venida de Franco a las provincias de Lugo y Ourense, con ocasión en septiembre de 1955 de la inauguración en los Peares del Salto de Belesar, número 662, de la III época, 12 de septiembre.
De todos modos, cabe decir que, según los historiadores que han analizado los viajes de Franco por España a lo largo de su prolongado mandato, incluyen a las ciudades de Ourense, Pontevedra y Lugo, al contrario de A Coruña entre las menos visitadas del país, siempre por hechos concretos, y no como en la que era su lugar de veraneo, combinada con San Sebastián. Estos documentales, que son asequibles en los archivos de RTVE, tienen una enorme cantidad de información histórica, especialmente curiosa para los jóvenes investigadores y los mayores que en nuestra adolescencia y juventud vimos estos nodos que, de modo obligatorio, se difundían en los cines antes de la proyección de la película.
