Opinión

Ourense merece mayor presencia institucional en la Universidad de Vigo

El feliz aniversario del Campus Universitario de Ourense, cuya historia ha recordado el profesor Romaní, al cumplirse medio siglo de existencia, dentro de la Universidad de Vigo, trae a mi memoria la repetida necesidad de que se le preste la adecuada atención dentro de las actividades simbólicas de la misma. Me refiero a determinados actos de representación que, salvo excepciones, y pese a que la Universidad Sur tiene tres campus, aquéllos se centren principalmente en el de Vigo. Pensaba yo en ello hace unos días, cuando, dentro del turno rotatorio de las tres Universidades de Galicia, correspondió a la de Vigo la solemne inauguración del curso académico. Dentro de tres años, volverá ese acto a ser responsabilidad de Vigo, y he sugerido varias veces que se aplique un criterio descentralizador y que se lleve éste y otros actos, cuando toque, al campus de Ourense, o el de Pontevedra, donde yo mismo desarrollé un cuarto de siglo de vida académica como profesor en el área de la Comunicación.

La Universidad de Vigo cuenta con un magnífico equipo de Secretaría general y Protocolo, que organiza los actos de modo impecable. Pero no todos de los sucesivos rectores han tenido la misma sensibilidad a la hora de llevar a cabo determinados actos y respeto por los usos y tradiciones. Este asunto, del protocolo y el ceremonial universitario ha sido uno de los ámbitos donde más he trabajado a lo largo de la experiencia. He publicado dos libros sobre la materia, el primero, muy ilustrado, publicado por el Consello Social de la Universidad de Vigo, y el otro en una editorial privada, pero que ha sido el texto oficial para la materia en el Master de Protocolo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED, de la que he sido profesor invitado como responsable de la misma, titulado “Manual de ceremonial y protocolo universitario y académico”.

Desde esta perspectiva, he sugerido que se dé más protagonismo al campus ourensano, reconocimiento que merecen sus profesores y alumnos. Entre los primeros, jubilados como yo, por imperativo de los años, he contado con excelentes amigos, como los profesores Ennes y De Juana, de Derecho e Historia, respectivamente. El profesor De Juana, en un memorable acto, fue el encargado en su día del discurso de despedida de los profesores y personal de la Universidad que nos jubilábamos hace unos años, por imperativo de la edad.

Durante 18 ediciones, en el Campus de Pontevedra, organicé y dirigí el Curso Complementario de Comunicación y Protocolo, Jornadas Internacionales de Comunicación e Imagen Pública, que ha sido uno de los cursos con mayor presencia de alumnos. Como se transmitía en directo, teníamos alumnos de todo el mundo y participaron en el mismo especialistas, profesionales, expertos y profesores de otras universidades de Europa y América. El diploma de estos cursos era muy apreciado, dado que llevaba aparejados puntos y valores diversos. De estos cursos salieron, a su vez, dos libros sobre la materia que recogen ponencias y conferencias, publicados con el respaldo de la Secretaría de Comunicación de la Xunta de Galicia. En varias ediciones de estos cursos participaron profesores del Campus de Ourense, que dejaron constancia de su elevado nivel en las materias que expusieron. Incluso llegamos a organizar estos cursos en la Isla de San Simón, lo que añadía a su interés el especial marco que los acogía.

Con todo esto quiero decir que, desde mi experiencia, considero que en el futuro y en el presente, el Campus Universitario de Ourense merece ser atendido y considerado como corresponde a su importancia por parte de las autoridades universitarias, en el sentido de que, dentro de las actividades institucionales, especialmente aquellas más simbólicas y solemnes, como son las apertura, cuando toca, del Curso Universitario de Galicia, esta ceremonia se celebre aquí. Es un acto académico de enorme importancia porque asisten las autoridades y representaciones de la sociedad gallega, y se escoge a un profesor cualificado para dictar la lección que, en este caso, corresponde como elemento esencial del acto mismo. Creo que la sociedad ourensana en su conjunto merece esta consideración y asistir a la solemnidad de los actos que se abren con la procesión del claustro, los cánticos del coro, y los discursos institucionales. En modo alguno digo yo que no sean solemnes y cuidados los actos propios del Campus, pero precisamente por su propia solvencia y experiencia, creo que es tiempo de que Vigo trate del modo que merece al campus ourensano.

Te puede interesar