En ocasiones leemos referencias que se hacen a hechos, sucesos, episodios o acontecimientos del pasado sobre los que algunos, con buena intención sin duda, escriben de oído o sin la adecuada documentación donde sostener el relato. Hace tiempo que ya recordé aquí el uso que tuvo en los años sesenta el edificio de la que fuera “Casa del Pueblo”, reconvertida en Hogar Juvenil, donde, entre otras, se celebraban acontecimientos deportivos y culturales, además de espacio de entrenamiento de grupos tan diversos como los de teatro o boxeo. Hablamos de las actividades de la OJE, la Organización Juvenil Española que en aquel tiempo desarrollaba en Ourense gran actividad e incluso fue pionera para lo que luego serían muy activas en el espacio deportivo. En aquel tiempo, me sitúo en los primeros sesenta, en Ourense, los rapaces tenían dos opciones si querían tener alguna actividad, aparte del deporte de los colegios, esencialmente baloncesto y fútbol. Esas dos opciones eran hacerse de la OJE o apuntase a Acción Católica. Nos decían que si te apuntabas a la OJE tenías asegurado que te aprobaran aquella asignatura del bachillerato llamada Formación del Espíritu Nacional o mejor “Política”. No era verdad, y lo sé bien porque a mí me suspendieron por no saber cuáles eran las leyes fundamentales, que el hombre es portador de valores eternos y que España es una unidad de destino en lo universal.
Eran varios los campos donde la OJE de Ourense desarrollaba su actividad, y en algunos casos llegó a alcanzar relieve nacional. Uno de ellos fue el del piragüismo en las aguas del Miño, donde todavía hoy se recuerda a palistas formidables como “Quino”, capaz de grandes hazañas no repetidas, como los descensos completos del río Miño. Hay que detenerse especialmente en este punto. Todavía creo ver las piraguas navegando entre los dos puentes del río Miño y el modo en que se divulgó este deporte en la ciudad. Aparte de Quino Guede había otros palistas virtuosos, pero Quino, luego maestro nacional, era el mejor. El ambiente era tan grato que los que practicaban el piragüismo, con enorme generosidad, se acercaban a las orillas y permitían a los amigos y conocidos probar suerte en el manejo del remo. Aquella OJE ourensana, cuyo delegado era un aragonés, abrió la práctica del montañismo y el senderismo en Cabeza de Manzaneda y fue una de sus actividades más famosas. ¿Qué decir del aeromodelismo, donde se lograron lauros nacionales? También se practicaban otros deportes como el boxeo o el tiro deportivo, que dirigía el entonces teniente García, persona de grato recuerdo. Y sobre todo estaba el Grupo de Teatro Juvenil, más tarde “Valle Inclán”, al cual tuve el orgullo de pertenecer, y que fue reconocido en toda España gracias a su director Segundo Alvarado. Ganábamos todos los certámenes de teatro nacional de la época. En 1966 ganamos a la vez el nacional de Murcia y el Galardón del Duero en Zamora. Tal es así que dábamos funciones por toda España, desde el teatro romano de Málaga a los Festivales de España en el Auditorio de Castrelos de Vigo. Además de todo esto, en las fiestas de Ourense, la OJE colaboraba organizando juegos infantiles en el Couto.
Existía un campamento cerca de Ourense, llamado de Monterrey, donde se celebraban acampadas, cursos y todo tipo de actividades al aire libre. No sé yo qué habrá quedado o si quedó algo de todo aquello. Lo que no sabía yo es que la OJE sigue existiendo como organización juvenil y conserva el mismo emblema de una cruz potenzada con el león rampante. La primera se fundó en 1960, como parte del del llamado Movimiento, con un carácter que pretendía que fuera más abierto y plural. La OJE actual se define como organización juvenil centrada en la educación no formal de los niños, jóvenes y adolescentes, para lo cual cuenta con su propio sistema formativo y es miembro fundador del Consejo de la Juventud de España. Tras la disolución de la Secretaría General del Movimiento en 1977, la OJE se inscribió formalmente en 1978 como asociación independiente centrada en la educación no formal de los niños, jóvenes y adolescentes, para lo cual cuenta con su propio sistema formativo. Es miembro fundador del Consejo de la Juventud de España. Tras la muerte de Franco continuó sus actividades de forma independiente, alterando sus estatutos y definición y se convirtió en una asociación privada, ya sin elementos característicos del pasado. En la actualidad pertenece al movimiento Scout europeo, como miembro de la Confederación Europea de Escultismo (CES), dentro del cual mantiene su propia personalidad.
