Opinión

EL PODER DEL ESTADO

En sus orígenes, el estado surgió de una necesidad elemental: para que los hombres evitemos el mutuo exterminio. Así lo entendió el británico Thomas Hobbes quien decía que el hombre en el 'estado natural' sostenía una lucha continua contra sus semejantes. Después vino lo que vino, y el estado llegó a convertirse (por si antes el fuerte no esclavizaba al débil), en instrumento de explotación en manos de minorías o clases sin escrúpulos, como quiere Marx.


Ahora bien, en las sociedades modernas avanzadas, los hombres y mujeres dejaron de ser súbditos para convertirse en ciudadanos, capaces de controlar el poder del estado en beneficio de todos. Actualmente asistimos a la merma del poder democrático en provecho de aquellos que controlan el capital en el mundo. Su poder parece incoercible. Esto es inquietante. Para consuelo nuestro se nos dice que no hay más remedio. ¿De veras?

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