Opinión

Las filas o colas

Todos, en algún momento de nuestra vida cotidiana, hemos estado y seguiremos estando como integrantes de una fila o una cola. En el banco, en el supermercado, en la caja de unos grandes almacenes, en el cine, en un organismo…

La cola -o fila, como prefieran- es también un espacio de convivencia social donde asimismo se ponen de manifiesto nuestros modales y, por ello, es necesario saber comportase con corrección y otras veces incluso con delicadeza o sensibilidad, según sea las características de esa cola, como por ejemplo, en centros sanitarios. Y porque, sobretodo, hay que respetar el orden y en consecuencia, se respeta a los demás.

Hay quienes no tienen reparo en utilizar artimañas para buscarse un hueco en la fila, lo que vulgarmente se conoce precisamente como “colarse”. Pero esas personas lo que denotan es sencillamente no sólo una actitud insolidaria, sino una falta de compostura y de educación.

En algunos espacios o establecimientos ya se coloca un rótulo indicando “Fila única”. Se hace cuando en ese lugar el servicio al público se lleva a cabo en varias ventanillas o puntos de atención. Así se evita seleccionar y, sencillamente, el orden es el mismo para todos, rigurosamente establecido por la propia cola.

Y es que algo que parece tan sencillo, como estar en esa fila, no deja de ser un ejercicio de sociabilidad, de la misma manera que lo es, y aquí también ya lo hemos comentado, caminar por la acera, pasear al perro simplemente, convivir en cualquier espacio de la ciudad y porque precisamente de ahí se deriva la expresión “urbanidad”. Así pues, por mucho que nos desespere permanecer estoicamente en una fila, por favor, seamos cívicos.

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