Parece ser que la han tomado con la Familia Real, pero más concretamente lo que representa el rey de España. No es la primera vez que sacan a colación cuestiones derivadas de la situación de la figura real, empezando por la decisión que adoptó el padre del actual monarca, quien abandonó voluntariamente el país para vivir en situaciones de carácter fiscal.
Pero ahora, ERC, Junts, CUP, PdeCat, EH Bildu y BNG presentaron seis enmiendas parciales al proyecto de Ley de Memoria Democrática en el Congreso y que sustituirá y ampliará la Ley de Memoria Histórica vigente desde el 2007. Entre las reivindicaciones que los grupos independentistas quieren incorporar al proyecto aprobado por el Gobierno, destaca la que reclama la supresión del título de rey, por haber sido concedido a Juan Carlos de Borbón por un “régimen ilegal”, en referencia a la dictadura franquista, y la que plantea modificaciones sobre la Ley de Amnistía del 77, pues gracias a ella, aseguran los firmantes, “se continúa perpetuando la impunidad sobre los crímenes del franquismo y los crímenes de lesa humanidad”.
La cuestión es que el portavoz de la dirección del PSOE rechazó las enmiendas y precisó que los socialistas respaldan el acuerdo constitucional y, por lo tanto, ni el rey Felipe VI ni la monarquía están sometidas a debate. El ministro de la Presidencia ya destacó también la necesidad de “poner en valor la Carta Magna” durante el debate de las enmiendas a la totalidad de la ley que presentaron entonces PP, Vox y ERC.
Menos mal que perdura el sentido común y que de momento los partidos con amplia representación mantienen el criterio más lógico, como es mantener la figura del rey fuera de la órbita espacial de otras fuerzas que ignoran cuál es el papel del monarca. De momento.
