La tercera burbuja tenía que explotar, sólo faltaba ver de donde se podría obtener el dinero. Se conocía que era del ciudadano, había que decidir el modo y ya está definido: en el recibo. Para evitar comparaciones odiosas cada uno lo hará conforme a lo que consume. ¿Podrían haber aplicado este tema a las otras burbujas?, lo tenían más difícil; aquí el contador lo señala, y para que fuera más "digerible" han fijado toda la atención en el contador, como los rumores de que las radiaciones podían producir alguna enfermedad, lo que obviamente no es cierto y es fácilmente demostrable. Lo que no se han dado cuenta con el nuevo sistema es que a medio plazo habrá menos puestos de trabajo, los que antes leían el contador ahora no lo van hacer.
El sistema es para callarse, aceptarlo y quitarse el sombrero. Con la energía más cara de Europa, salvó Chipre, han encontrado un método que nos conducirá a tener el recibo de la luz en el "Libro récord Guinnes". En pocas palabras, se pagará en cada instante por el valor que tiene en ese momento la luz, con lo que sólo conoceremos lo que vamos a pagar una vez que ya hemos consumido, en contra de la ley aprobada en diciembre de 2013 a propuesta del ministro Soria de que sería "transparente y no discriminatorio". El sistema con contador inteligente mide el consumo por horas, y en la factura vendrá desglosado cuánto consumió en cada momento y qué precio tenía el kilovatio en ese preciso instante, precio fijado en función de la cotización del mercado mayorista. Si aún no está instalado el contador, las eléctricas harán el cálculo.
El nuevo sistema que se quiere implantar es como las cotizaciones en bolsa. Ahora en cada hogar será necesaria una "tablet" para poder llevarla por la casa y saber cuándo hay que encender una luz, poner la lavadora, el lavavajillas o apagar durante un tiempo la nevera porque precisamente en ese momento la luz alcanza el punto más caro. Tendremos menos tiempo libre, se gastará menos y se incrementará el ahorro, quizás con daños colaterales al poner la lavadora a las tres de la mañana, con lo que los vecinos no podrán dormir y rendirán menos en el trabajo.
