Opinión

La realidad

La realidad es como es, y está ahí, porque es la que tenemos, y además si no tuviéramos ésta no tendríamos otra, estaríamos muertos. Pero la realidad no será en el futuro sólo lo que es hoy, sino que será, a partir de lo que es, lo que nosotros hagamos que sea. No lo que queramos, sino lo que de hecho hagamos. Porque nuestros padres quisieron, -muy probablemente- dejarnos a nosotros el mejor de los mundos. Igual que tal cosa pretendemos nosotros con las generaciones futuras. Pero no somos ingenuos ni visionarios: nuestra comprensión de los problemas -de la realidad- es limitada, y nuestra capacidad de acción, otro tanto o más.

En este sentido, lo que llamamos el sentido de la realidad es cada vez, además de fundamental para la vida del ser humano, una necesidad de este tiempo tan ideologizado y radicalizado. En efecto, se precisa capacidad para distinguir lo bueno, lo malo, lo mejor, lo peor, lo pésimo y lo óptimo. Es menester el sentido práctico y la imaginación para abordar con decisión y con prudencia los problemas sociales. Es esencial, el equilibrio para que las soluciones no sean unidireccionales y tomen en cuenta a todos los sectores sociales, sin exclusión. Hoy necesitamos la moderación, consecuencia lógica de todo lo anterior, que lleva de la mano a desechar cualquier solución que se presente con pretensiones de globalidad y con la etiqueta de definitiva. Por tanto, ni el conformismo estático o esclerótico de lo que algunos llaman derecha; ni el inconformismo radical y compulsivo de otros lo llaman izquierda. Compromiso con la mejora de las condiciones de vida las personas, sí. Compromiso con la lucha por la liberta solidaria, también.

Te puede interesar